2: Bienvenida a casa.

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-Es aquí.-Liam para el coche delante de un edificio pequeño, de unas tres plantas, color gris y negro.

Abro la puerta del coche y me bajo. Liam también lo hace, y coge mi maleta de paso.

Saco un manojo de llaves que me dio el casero y abro el portal. Doy a un rellano pequeño, con un sofá color crema de tres plazas y una mesita de madera enfrente.

Al fondo hay unas escaleras que suben, y al lado un ascensor.

-¿Que piso es?-Pregunta.

-El tercero. Vamos por el ascensor.

-Eres muy perezosa.-Dice con una sonrisa.

-Calla y camina.-Me dirijo al ascensor y pulso el botón. Al momento se abre la puerta.

Entro y me echo a un lado, dejando pasar a Liam con mis maletas.

-Haber, me falta por comprar la cafetera (una dolche gusto, porque amo el chocolate, ya lo sabes) y una colcha.-Le cuento mientras subimos.

-Bueno, tal vez sólo la cafetera...-Dice él con una sonrisa.

-¿Qué has hecho, Liam?-Digo sonriéndole con picardía.

-Nada, un regalito...-Dice guiñándome un ojo.

Doy un saltito y me lanzo a su cuello.

-Ay, ¿quién es mi niño? ¿quién?-Le digo como si estuviera hablando con un bebé y le revuelvo el pelo.

Me separo cuando llegamos al piso. Salimos del ascensor y damos a un rellano, donde hay tres puertas, una a la izquierda y dos a la derecha. La mía es la izquierda.

Saco la llave y abro la puerta de madera.

Doy a un rellano en forma de rectángulo, pequeñito pero acogedor. A la izquierda hay dos puertas, la primera, que da al salón, y la segunda, que da a mi habitación. A la derecha hay otras dos, la cocina, y en la otra puse un sillón y varias estanterías donde están todos mis libros. De frente hay un baño.

La casa es muy luminosa, está llena de ventanas. En el salón hay un sofá gris en forma de L, y un mueble blanco enfrente donde está la tele. Al lado hay una mesa de madera con cuatro sillas.

La cocina es muy moderna, con los muebles negros y las paredes blancas. En el medio hay una isla, y al fondo una pequeña puerta de cristal opaco que da al cuarto de la lavadora.

Mi habitación es pequeña, apenas cabe la cama de matrimonio. Hay medio metro entre cada lado de la cama y la pared.

El piso ya estaba amueblado, y todo lo pagó mi padre. Claro que no sabe que lo ha pagado.

Entro en mi habitación y veo que en la cama hay una gruesa colcha con la bandera de Inglaterra. Doy un pequeño grito y me agarro a Liam, tirándolo en la cama conmigo.

Nos empezamos a reir y me coloco encima de él, de forma que está tumbado boca arriba y yo sentada encima de él.

-Eres increíble.-Le digo sonriendo.

-Lo sé.-Sonríe.

***

Ya de noche, estoy preparando la cena en mi nueva cocina.

-¡Estoooy cocinaaando en mi nueeva cociiiiinaaaa...!-Empiezo a cantar mientras doy pequeños saltitos.

-Ten cuidado, anda, que lo vas a quemar.-Liam me da una palmada en el culo.

-¡Ay!-Me giro y le doy un manotazo en el brazo.-¡Uy!-Me giro y quito la pasta del fuego.

-Te lo dije.-Dice poniendo los ojos en blanco.

-Calla, que no lo he quemado.-Digo frunciendo el ceño.

Saco dos platos y sirvo la pasta con tomate. Nos vamos al sofá y comemos.

Un par de horas después, a las once, Liam me dice que tiene que irse.

-Nooo, quedate, anda...-Me tiro al suelo y me agarro a su pierna.

-Pequeña, tengo que ir a casa. Mañana madrugo, que voy a desayunar con mis padres. Vengo pasado, ¿vale?-Dice levantándome del suelo. Me rodea con sus brazos.

-Jo...-hago un puchero como una niña pequeña.-Bueno, de acuerdo.-Me resigno.

-Te quiero.-Besa mi frente y se separa.

-Y yo a ti.-Le abrazo por detrás mientras caminamos hacia la puerta.

Liam me saca unos veinticinco centímetros, y al abrazarlo apoyo mi cabeza en su espalda, donde noto sus músculos.

Abrimos la puerta, y salgo con él. Cuando llama al ascensor me separo y le abrazo por delante.

-Ven pronto, eh.-Le digo.

-Claro.-Me devuelve el abrazo y se abre la puerta.

Me giro y veo a un chico de unos dieciocho o diecinueve años salir del ascensor.

Su pelo es castaño y lo tiene corto, pero un pelín más largo por delante. Aún así no le llega a caer por la frente.

Sus ojos son marrón oscuro, casi negro, y es de la altura de Liam. Su cuerpo es musculoso, pero no demasiado, y tiene una expresión preciosa pero seria. Es muy guapo.

-Hola.-Le digo sonriendo.

-Hola.-No me devuelve la sonrisa. Me guiña un ojo, sale del ascensor y se mete en una de las puertas de enfrente de mi casa.

-Ese chico me da mala espina.-Dice Liam frunciendo el ceño.

Pongo los ojos en blanco.

-Vamos, deja ya de ser tan sobreprotector. Tranquilo, estaré bien.-Le doy un beso en la mejilla y lo empujo hacia el ascensor.-Te quierooo.

-Y yo a ti.-Dice justo antes de que se cierren las puertas.

Me doy la vuelta y entro en mi casa.

Que raro suena eso. Mi casa.

Suelto una risita y cierro con llave. Me voy a mi habitación y abro la maleta. Saco mi pijama, que consiste en la camiseta que le robé a Liam, y me cambio.

Me hago un moño alto para dormir y me meto en la cama.

Me tapo con la colcha que me regaló Liam y me quedo sumida en un profundo sueño.

Holaaa :D por fin subo! la verdad es que no tuve tiempo, lo siento, esque estoy de competiciones y, bueno, estoy todo el día entrenando...

Bueno! Aquí os dejo el cap.! Espero que lo ameis :3 besos guap@s! Y graacias por leer mi libro!

PD: a muuchos os parecera una tonteria, pero Dris es diminutivo de Claudia. La verdad es que yo pensaba, si Patricia es Tris, pues Claudia es Dris jajaja. Ademas, a mi no me gusta "Claudia", asi que lo cambie.

Bueno, ahora si, beeesoooos. :*

Mi pequeña fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora