Los tres estábamos presenciando la pequeña discusión entre los hermanos Way, donde al final Mikey le dijo a Gerard que de todos modos también habíamos cocinado para él, así que si quería unírsenos, estaba invitado, pero él sólo dijo que iba a su cuarto a cambiarse porque se estaba muriendo de la vergüenza porque lo estábamos viendo en fachas y que luego desayunaría solo y estaría en su cuarto pintando, dijo que así no nos "molestaría". Estaba percibiendo una extraña tensión entre los Way, pero creí que eran cosas mías.

Más tarde, después del desayuno, Mikey nos explicó que había hecho toda una lista de los animes que veríamos, el primero se llamaba Ousama Game; Mikey dijo que era el más actual de la lista, porque ese había sido el último que vio y que le había gustado tanto como para agregarlo a la lista. Me mostré un poco entusiasmado con respecto a ver ese anime, quería más que todo poder ser condescendiente y retribuirle lo lindo que era conmigo, porque cuando se trataba de mí, él siempre se esmeraba para hacerme feliz. Pese a que para esos momentos yo ya sabía que él estaba enamorado de mí, no quería cambiar mi trato hacia él, eso no significaba que mi intención fuese "ilusionarlo", porque realmente nunca intenté hacerlo, nunca pensé que mis acciones podrían ser suficientes como para hacerlo ilusionarse conmigo, porque era un trato nada fuera de lo normal o en todo caso, como ya he dicho en muchas ocasiones, el trato que le das a tu hermanito menor.

Mikey había organizado ese día para mí, pero yo quería que fuera más para él, en el sentido de que quería que valiera la pena haber organizado todo, y por eso no quería que Lindsey y Andy pudieran arruinarlo, porque la tensión entre ambos se notaba y mucho. Cuando íbamos a tomar asiento en el sofá para comenzar con el anime, Mikey quiso sentarse junto a mí (muy cerca, por cierto), pero Andy lo obligó a separarse, sentándose él en medio de los dos. Ese fue sólo el principio.

Ousama Game se trataba de unos chicos de un salón de clases que una noche recibieron un mensaje sobre un supuesto "juego del rey", en el cual les asignaban retos aparentemente inocentes como "tal chico tiene que besar a tal chica", pero al final decía: "Si no lo hacen en veinticuatro horas, ambos recibirán un castigo". Y por ahí iba la cosa; los únicos jugadores eran todos los que formaban parte de ese salón de clases, todos ellos recibían mensajes de alguna entidad misteriosa y por demás siniestra que impartía castigos de muerte muy sádicos, por ejemplo, si el castigo de algún personaje era "morir mutilado", se detallaba explícitamente en la animación cómo las extremidades del personajes se desprendían como si alguien las hubiese cortado, pero sólo se desprendían solas creando mares de sangre, también había castigos como "morir decapitado", "morir quemado vivo", todo era muy hardcore y me estaba gustando porque el argumento era genial, por un momento pensé que el día estaba yendo mejor de lo que me esperé. Pero había pensado muy pronto.

Había un reto en el juego que decía algo como: «Fulano tiene que enviarle un mensaje de texto a tres jugadores con la palabra "muere" y estas personas deberán morir. Si Fulano no cumple el reto antes de la media noche, quien morirá será él». El personaje que recibió ese reto estaba traumatizado y le pesaba en la consciencia tener que elegir a las tres personas para matar porque realmente apreciaba a sus compañeros de clase.

—... Cómo quisiera que hubiese un juego del rey en nuestro salón de clases. — Dijo Lindsey, quien, siempre que podía demostrar su odio por los demás, lo hacía.

— ¿Para qué? — Contestó Andy inmediatamente, antes de que yo le diera una señal para que se mantuviera calladito. — Si tú serías la primera muerta. Cualquiera en su sano juicio te enviaría el mensaje con la palabra "muere" sin pensarlo, nadie te soporta.

Antes de que Lindsey regresara el ataque, Mikey trató de pacificar la situación:

— Ya, chicos, no vayan a empezar ¿Está bien, Andy-kun?

Path(po)etic; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora