~° One shots y otras cosas de "IT"

Bill

–Él no gusta de mi, Richie.–cerré mi casillero y comencé a caminar por el pasillo–. ¿cuántas veces tengo que decírtelo?–

–Emmm... ¿eres idiota o te haces.–lo miré molesta–... voy a suponer que lo eres.–rodeé los ojos–. Es OBVIO que el gran Bill se muere de amor por ti.–

–Te equivocas, amigo. Yo no le gusto a Bill. A él le gusta Beverly.–aquello me dolió de cierta forma.

–Caray, mujer... En algún momento te darás cuenta de ello.–el chico palmeó mi hombro antes de entrar a clases.

El resto del día, me la pasé pensando en las palabras de Richie. Era imposible que yo le gustara a Bill, cualquiera se daba cuenta de que al chico le gustaba Beverly.
Y sí, eso me dolía un poco pero ¿qué podía hacer?

°•°

Cuando salía de la escuela, vi a Henry y sus matones molestando a los perdedores, por lo que me acerqué a ayudarlos.

–¿no tienes otra cosa que hacer, Bowers?–solté ayudando a Eddie a ponerse de pie.

–¿por qué no te esfumas, Jones? Esto no te incumbe.–frunci el ceño.

–Tal vez a mi no pero ¿sabes a quién si? A tu padre.–señalé al hombre que se encontraba a unos cuantos metros–. Te recomiendo que desaparezcas antes de que vaya a contarle las estupideces que hace su hijo.–

El chico me miró sumamente molesto, para luego marcharse sin decir nada.

–Gracias, ____. Aunque no llegaste a tiempo para salvar mi kipá.–soltó Stan.

–Lo siento... ¿se encuentran bien?–todos asistieron.

Miré a Bill, quien mantenía la mirada en el suelo y luego a Richie, el idiota sonreía exageradamente.

–Bueno... nos vemos luego, ¿si?–comencé a alejarme.

–¡espéranos, heroína!–la voz de Richie me hizo detenerme.

El de gafas se acercaba junto a Bill, haciéndome avergonzar por completo.

–¿t-te molesta si v-vamos contigo?–el Denbrough no podía mirarme directamente más de 3 segundos.

–Claro que no.–

Los tres caminábamos en completo silencio, hasta que Richie habló.

–Entonces, Bill... ¿cuándo le dirás a la chica que te gusta? Porque a mi no me cree cuando se lo digo.–miré sorprendida a Richie y luego a Bill, quien se había sonrojado por completo.

–¡R-Richie!–el de gafas se rió con ganas.

–¿ves, ____? No lo negó.–

–Cierra... la... boca...–solté entre dientes.

–Me dicen el bocazas por algo ¿sabes?–

En ese momento, llegamos a mi casa, a la cual entré rápidamente sin despedirme de los chicos.
Me tiré en mi cama, observando fijamente el techo.

¿de verdad Bill gustaba de mi?

Él no lo había dicho directamente pero...
Sacudí levemente mi cabeza intentando apartar todos esos pensamientos, no quería emocionarme sin razones.
Estaba por levantarme para hacer mis tareas, cuando la radio que usaba para comunicarme con los chicos sonó.

~¿____? ¿est-tás ahí? Cambio.~la voz de Bill sonó a través del aparato.

Algo insegura tomé la radio, tardando unos segundos en contestarle.

–Aquí estoy, Bill. Cambio.–

~S-solo quería decirte que... t-tú si me gustas. Cambio.~

Me congelé por unos segundos, hasta que me di cuanta de que aquello era real.

–Tú... también me gustas, Bill. Cambio.–

No hubo respuesta por un rato, hasta que su voz volvió a sonar.

~¿quieres q-que nos veamos en el p-parque? Cambio.~sonreí.

–Claro, ya salgo para allá. Cambio.–

~N-nos vemos. Cambio.~

Salí prácticamente corriendo de casa, llegando al lugar acordado en sólo 5 minutos.
Bill todavía no estaba allí, lo cual era de esperarse, realmente me había emocionado y llegué demasiado pronto.

–Ho-hola.–volteé levemente la cabeza, encontrándome con un Bill sumamente sonrojado.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver que traía una margarita en la mano.

–D-dijo Georgie que t-te gustaría.–me tendió la flor.

–Es hermosa, gracias.–el chico asintió con una leve sonrisa.

–D-de verdad lamento q-que te hayas enterado de esto por m-medio de Richie, pero realmente me costaba mucho decírtelo yo mismo.–

–Esta bien, yo tampoco me animaba a decírtelo. En realidad...–reí nerviosa–. Pensé que te gustaba Bev.–

Bill, para mi sorpresa, besó con ternura mi mejilla.

–P-pues no, a mi me gustas t-tú, y mucho.–sonreí emocionada mientras sostenía la flor entre mis manos.