Bill

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Dedicado a MaiLieberher

°•°

Odio mi vida.
Sé que muchos creerán que soy exagerada o solo estoy atravesando la típica etapa rebelde pero no, mi vida era una mierda.
Hace algunos años, mi hermano mayor desapareció sin dejar rastro y aunque yo lo sufrí demasiado, mis padres... Bueno, supongo que comenzaron a descargar su frustración y dolor conmigo. Por cualquier cosa, por más minúscula que era, me daban una paliza. Ya no me dirigían la palabra y si lo hacían, sólo eran insultos.
Los únicos que realmente se preocupaban por mi eran los perdedores, tal vez más de lo que deberían.

–¿qué es eso?–Richie señaló el moretón que asomaba por el cuello de mi camisa–. ¿otra vez te golpeaste con la puerta?–Bev lo golpeó.

–¿____ estás b-bien?–Bill se acercó preocupado.

–Sí, Billy.–sonreí avergonzada–. Todo bien, no te preocupes... bueno, debo irme. Ya saben cómo se pone papá si llego tarde.–

–Sí, hará que las puertas te golpeen.–

–C-cállate, Richie.–

Sin decir mucho más, me alejé del grupo y comencé a caminar a paso apurado rumbo a casa.

–Ho-hola.–Bill apareció a mi lado.

–¿hola?–lo miré confundida–. ¿qué haces aquí? Tú vives para el otro lado.–

–Q-quería ver que estuvieras bien.–sonreí.

–Estoy bien, ya te lo dije. No te preocupes.–

–C-claro que me preocupo, t-tú eres muy importante para mi.–

La seriedad de su rostro al decir esas palabras me transmitió una tranquilidad instantánea.

Vaya, al final sí hay alguien que se preocupa realmente por mi.

–Tranquilo, Bill. Todo esta bien...–le sonreí, intentando mostrarle que hablaba en serio.

–S-si tú lo dices...–Bill me abrazó–. Sabes q-que puedes confiar en mi ¿verdad?–soltó sin dejar de abrazarme.

–Sí, Bill... Gracias.–

–N-no tienes porqué agradecerme...–se separó–. ¿n-nos vemos mañana?–besé su mejilla antes de comenzar a caminar.

–Claro.–Bill sonreía avergonzado viéndome alejarme.

La enorme burbuja rosa en la que flotaba tan feliz se pinchó bruscamente al abrir la puerta de casa. Mamá y papá discutían como siempre.
Intenté pasar desapercibida, caminando rápidamente hacia la escalera pero no sirvió de mucho.

–Llegas tarde.–papá se paró frente a mi.

–Son 5:45, papá. En realidad llego a tiempo.–

Su mano se estampó en mi mejilla.

–¿quieres pasarte de lista?–agaché la mirada–. Desaparece de mi vista... ahora.–

Con los ojos llenos de lágrimas obedecí, subiendo las escaleras en un segundo. Entré en mi habitación y me dirigí directamente al baño, tomando una de las navajas que escondía bajo el espejo. La deslicé sobre mis muñecas sin dudar.
Si Bill se enteraba de esto, sin dudas me daría un buen sermón, pero no podía evitarlo, era el único alivio que le encontraba a la situación.
Limpié mis heridas, las vendé y me recosté sobre la cama, pensando en el chico Denbrough.
De verdad agradecía todos los días poder tenerlo conmigo, una persona que de verdad se interesaba en mi.

~° One shots y otras cosas de "IT"Where stories live. Discover now