A pesar de que lo negaba a muerte, el pecoso de gafas estaba perdidamemte enamorado de la hermana mayor del asmático.
No es amor, solo alborota a Richie junior, eso no es... estar enamorado.
Al tocar la puerta de los Kaspbrak, una adormilada ____ lo recibió con una dulce sonrisa.
–Hola, Richie. Linda camisa.–exclamó la chica tallando sus ojos.
–Emmm... Gracias.–
La chica se hizo a un lado, dándole lugar al chico para pasar.
–Edds se esta dando su "ducha de alta limpieza", así que tardará un poco.–
–Esta bien, lo esperaré.–
Richie se sentó en el viejo sillón de la sala, tensándose de inmediato al ver que la chica se sentaba a su lado.
–Tal vez te moleste pero... ¿Podrías prestarme tus gafas?–soltó ____ con emoción, por lo que Richie no pudo negarse.
–Seguro, ten.–
La chica las tomó emocionada.
–Siempre quise usar gafas, creo que son muy bonitas. Pero lamentablemente salí diabética, no miope. Supongo que los genes de mamá solo incluían asma y diabetes.–Richie no pudo evitar reír–. ¿Cómo me quedan?–
Richie sintió su rostro arder, pues, a pesar de que sus gafas agrandaban considerablemente los ojos de la chica, se veía increíblemente adorable.
–Te q-quedan bien.–soltó intentando evitar soltar una babosada.
-¿cómo lo sabes? Estas cosas tienen demasiado aumento, de seguro no ves nada sin ellas.–____ miró a Richie–. Per es genial... Ahora puedo ver mucho mejor tus lindas pecas.–
La chica llevó sus manos a las mejillas del chico, quien sentía como su cuerpo comenzaba a temblar de los nervios. ____ tocaba las pequeñas manchitas con delicadeza, arrancando desde las orejas hasta llegar a la nariz. Richie pestañeó incrédulo repetidas veces al ver cómo la chica se acercaba poco a poco a él, quedando a solo unos pocos centímetros de su rostro.
–¿sabes algo?–
–¿q-qué?–balbuceó Richie atontado.
–No sólo me fascinan tus divertidas camisas y tus pecas. También...–pasó sus pulgares suavemente por los labios del chico–. Me encanta tu boca.–
Richie no terminaba de creer lo que le estaba pasando.
De seguro tomé por accidente alguna droga alucinógena de Eddie. Sí, eso... Esto sólo es un sueño húmedo, despertaré con una espantosa erección, mamá me verá manoseándome y me mandará a ducharme con agua helada.
Cuando los labios de la chica chocaron con los suyos, Richie supo que esto era tan real como las gordas tetas de Ben. Las manos de la chica aún se encontraban en sus mejillas, pero al cortar el beso, bajaron hasta sus hombros.
–Eso fue...–Richie estaba tan rojo como un globo de Pennywise, mientras la chica le sonreía divertida.
–Nuestro primer beso, supongo.–
–____ ¿sabes dónde esta mi inhalador?–Eddie apareció en el lugar con una toalla en la cabeza–. ¿Richie?–
–Te estaba esperando.–soltó la chica al ver que Richie no reaccionaba–. Y tu inhalador está en la cocina.–
–Iré a buscarlo... y deja de jugar con los lentes de Richie, si llega a romper otro par, la madre lo matará.–exclamó Eddie antes de subir las escaleras.
–¡te ayudo a buscarlo!–soltó la chica cuando su hermano desapareció del lugar.
____ se puso de pie y se acercó a Richie, colocándole las gafas. Cuando parecía que estaba por alejarse, volvió a besar al chico, pero esta vez fue corto, acompañado por un leve tirón de su labio superior, detalle que solo hizo que el chico se alborotara más de lo que ya estaba.
–Será nuestro secreto ¿si?–soltó ____ con tono coqueto, a lo que Richie asintió atontado.
La chica le guiñó un ojo antes de subir a ayudar a su hermano.
Maldición... venir temprano fue lo mejor que pude haber hecho.
Richie bajó la mirada hacia sus pantalones.
Mierda, menos mal que mamá no esta aquí.
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