Belch

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Dedicado a Abelangelus

°•°

Caminaba lentamente a casa de Belch, ya que habíamos arreglado juntarnos en casa de Henry. Pero el chico nunca llegó, así que fui a buscarlo.

–¿qué haces aquí, ____?–exclamó el chico adormilado.

–Lo olvidaste ¿verdad?–

El chico me miró confundido unos segundos, para luego abrir los ojos sorprendido.

–¡es tu cumpleaños!–quiso abrazarme.

–No, idiota. Iremos a practicar tiro al blanco en casa de Henry.–reí–. ¿De verdad pensaste que era mi cumpleaños?–

–Claro que no, sólo... Solté lo primero que se me ocurrió. Jamás me equívocaría con tu cumpleaños, para mi es la fecha más importante del año.–lo empujé levemente.

–Vamos, Henry ya está bastante cabreado.–

Belch entró a la casa y unos minutos después ya estaba más arreglado.
Subimos al auto y emprendimos viaje a casa de Henry.

–Y... ¿Cómo van las cosas con Tyler?–preguntó sin despegar la vista del frente.

–Lo mandé a la mierda, es un imbécil.–

–Me parece bien, él no te merece.–solté una corta risa.

–¿y quién me merece?–

–Alguien que te valore, cuide y ame. Que te apoye y esté para ti cuando más lo necesites.–

–Muy lindo y todo pero no creo que todavía exista gente que ame tan... "A la antigua". ¿Entiendes a qué me refiero?–

–Tal vez sí haya gente así, sólo... Que estás buscando en el lugar incorrecto.–

No dije nada más el resto del viaje.

¿Lugar incorrecto? ¿Y cual sería el correcto? ¿Una tienda de "chico ideal" O algo por el estilo?

°•°

Llegamos a casa de Henry y como era de esperarse, le dijo de todo menos lindo a Belch.
Minutos después, ya estábamos en el campo.
Los chicos tonteaban con el revólver del padre de Henry. Yo por mi parte, me limitaba a vigilarlos y ver que no se volaran los sesos entre ellos.

–Hey, ____.–Henry llamó mi atención-. Inténtalo.–algo nerviosa, tomé el arma–. Apunta y... ¡Dispara!–

Al apretar el gatillo, un gran dolor se hizo presente en mis manos.

–¡tonta! La agarraste mal.–Henry sonaba preocupado y burlón al mismo tiempo.

–Ven, ____.–Belch tomó mis manos entre las suyas–. Pongámosle hielo a eso.–

Caminamos hasta la casa de Henry y tras buscar algo de hielo, nos sentamos en el sofá de la sala.

–¿duele?–

–Claro, torpe.–exclamé adolorida y algo enojada.

–Lo siento, lo siento.–

Belch ponía hielo sobre mis manos, mientras daba pequeños masajes sobre éstas.
Unos minutos después, mis manos continuaban algo rojas, pero ya no dolían tanto.

–¿mejor?–asenti, mirando fijamente a Belch, que seguía concentrado en los masajes.

Nunca me había detenido a observarlo.
A pesar de ser algo rellenito, era muy guapo. Pero seamos sinceros, eso no me interesaba mucho. Lo que sí me importaba era lo mucho que mi amigo se preocupaba por mi.

"Alguien que te valore, cuide y ame. Que te apoye y esté para ti cuando más lo necesites"

–Belch...–

El chico levantó la vista, mirándome con esos ojitos tan tiernos que tenía.

–¿sí? ¿Necesitas algo? ¿Volvió a doler?–negué sonriente–. Entonces ¿qué sucede?–

–Creo que... encontré a alguien que sí me merece. Es solo que no sé si yo lo merezco a él.–

–Oh, ya veo.–el bobo no entendía la indirecta–. No te preocupes por eso, ya te lo dije, tú mereces lo mejor.–

–En ese caso...–

Tomé sus mejillas con cuidado por el dolor de mis manos y lo besé tiernamente.

–Tenías razón, estaba buscando en el lugar incorrecto. Mi chico ideal siempre estuvo a mi lado.–Belch sonrió avergonzado.

–Te lo dije, todavía existen los que aman a la antigua.–

Belch volvió a poner hielo en mis manos, solo que esta vez, no dejaba de mirarme con esa tierna sonrisa en su rostro.

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~° One shots y otras cosas de "IT"Where stories live. Discover now