Celos. Era la palabra que describía a la perfección lo que Henry sentía cada vez que Belch abrazaba y besaba a ____ frente a sus narices. En un antiguo momento, la chica y Henry tenían algo, ya sean unas simples miradas acompañadas de sonrisas, o un simple halago por la calle. Pero Henry estaba equivocado al creer que eso era suficiente para que una chica se enamore de él. Grande fue su mala sorpresa cuando su amigo de toda la vida presentó a la dueña de sus mejores sueños como su novia. No sabía si sentirse traicionado o un completo idiota por haberla perdido. Ahora debía conformarse con verla de lejos y dirigirle la palabra de forma educada, o al menos, no decirle babosadas. Solo podía estar como quería con ella en sueños, allí podía tocarla, sentirla, hacerla suya. Pero al despertar, caía en la cruel realidad. Cierto día, el rubio escapaba de su casa -o más específicamente de su padre que le acababa de dar una buena golpiza- y se cruzó con ____, que paseaba por el parque cercano al lugar.
-¿Henry?-la chica miró sorprendida los múltiples cortes en su cara y se acercó preocupada-. ¿Qué te pasó?-
-Comentario equivocado, momento equivocado.-Henry intentaba a toda costa evitar mirarla a los ojos, pues sabía muy bien lo que ocurriría si lo hacía.
-Ven a casa, te curaré esas heridas.-
El Henry "buen amigo" susurraba internamente que no, que dé la vuelta y vuelva a casa con el estúpido de su padre, pero el Henry enamorado pedía a gritos seguir a esa chica.
-Esta bien...-la chica le dedicó una dulce sonrisa mientras tomaba su mano y comenzaba a guiarlo.
No tardaron demasiado en llegar a la casa de ____, pues vivía en la misma manzana que Henry.
-¿quieres decirme quién te hizo esto?-la chica miraba preocupada el rostro de Henry mientras pasaba un algodón con alcohol por su frente.
-Eso no es importante, al parecer YO no soy importante.-
-No digas eso, mucha gente te aprecia.-
-¿quién? ¿Tú?-la chica lo miró sin entender-. Pensé que teníamos algo especial pero no, tenías que ir y meterte con Belch.-
-¿disculpa? ¡Tú nunca viniste, te paraste frente a mi y me dijiste que me querías!-soltó la chica ofendida.
-¿¡quieres que te lo diga!?-Henry apartó la mano de ____ y la miró seriamente-. ¡Me gustas, ____! Pero a nadie le importa lo que yo sienta, A NADIE LE IMPORTO.-
Un silencio inundó el lugar, hasta que los labios de la chica se estamparon con los de Henry.
-A mi me importas, Henry.-soltó en un pequeño jadeo antes de volver a besar al chico.
Esa noche ambos se entregaron por completo al otro, dejando de lado todo lo ajeno a ellos dos.
°•°
Los llamados de la madre de ____ despertaron a ambos jóvenes, que aún se encontraban desnudos.
-Tienes que irte, si mi madre te ve...-la chica intentó ponerse de pie, pero Henry la detuvo y la pegó a su pecho.
-¿vendrás a casa más tarde?-____ sonrió mientras besaba fugazmente los labios del chico.
-Seguro, ahora vete.-soltó divertida mientras se paraba y le lanzaba la ropa-. Distraeré a mamá, sal por la ventana ¿si?-
Henry volvió a su casa más feliz que nunca, ni siquiera le prestó atención a los regaños por parte de su padre.
°•°
El rubio se encontraba tumbado en su cama cuando Victor lo llamó.
-¿y Belch?-preguntó el menor de los Bowers al salir y ver a su platinado amigo parado en el patio.
-El muy idiota me dejó tirado por ir a hablar con ____, al parecer la relación está agonizando un poco.-se encogió de hombros-. Realmente no me interesa, ¿vamos por unas cervezas?-
Cuando Henry estaba a punto de decirle algo a Victor, una extraña sensación acompañada de un llamado lejano le hizo voltear la mirada. Un brillante globo rojo se encontraba atado a su buzón. En ese momento, Henry se perdió por completo y lo único que podía hacer era escuchar esa tétrica voz diciendo una y otra vez
MATALOS A TODOS, HENRY.
El rubio no tuvo noción cuando entró a su casa, mató a su padre y luego salió para acabar con la vida de uno de sus mejores amigos. Su siguiente víctima sería Belch, a quien salió a buscar con una inmensa tranquilidad.
°•°
Mientras caminaba a paso lento por la solitaria calle, cierta chica se cruzó en el camino del chico.
-¿Henry?-la chica estaba con los ojos hinchados, era obvio que había estado llorando-. Belch me dejó, te vio esta mañana saliendo de mi ventana. Me siento mal por haberlo lastimado, pero al menos ahora estaremos juntos ¿no?-Henry no respondió, solo se acercaba a la chica a paso lento, con un leve temblor en el cuerpo-. ¿Estás bien?-
Cuando la navaja de Henry se incrustó en el estómago de ____, un gemido ahogado escapó de sus labios. El rubio volvió en si al sentir la sangre caliente de la chica hacer contacto con sus manos.
-No... No, no, no ¡no!-exclamó Henry al desplomarse sobre el agonizante cuerpo de ____-. ¿¡Qué mierda hice!? ¡No me dejes!-rodeó a la chica entre sus brazos.
____ llevó su mano temblorosa a la mejilla de Henry, manchándola por completo de su propia sangre. Parecía querer decir algo, pero sólo conseguía soltar sangre de a chorros. Así fue como Henry Bowers perdió a la única persona que realmente se preocupaba por él, todo por culpa de haber sido débil ante aquella tétrica voz en su cabeza.
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