-¿Creéis que nos darán una medalla por esto? - pregunta Randy divertido.

-Sí - respondo -, la medalla de 'no la cagasteis por poco'.

-Yo me conformo con licenciarme con un expediente limpio - dice Lenox recostándose en la litera y cubriendo sus ojos con el brazo -. Ya es más de lo que esperaba.

-Cierto - asiento -. Voy a ver a Nolan.

-Está sedado, no podrás hablar con él, así que mejor descansa, Keenan.

-Solo quiero ver que sigue bien. Hablo con los médicos y regreso - les aseguro.

-No va a pasarle nada - dice Lenox, pero no insiste. Sabe que iré de todas formas.

Salgo fuera y me recibe la luz del sol. Hace unas cuantas horas que amaneció aunque apenas lo noté. Entre el cansancio y la preocupación por Nolan he estado en tinieblas con el resto del mundo. Mis compañeros, los que no han salido en patrulla de vigilancia, están entrenando en los campos de tiro y el gimnasio improvisado al aire libre. Creí que al abandonar esto lo echaría en falta, pero ahora estoy deseando volver a casa son Helena y Miranda y empezar una nueva etapa en mi vida. Necesito el cambio más que nunca.

-No podías dejarlo estar - reconocería esa voz en cualquier parte -. Tenías que hacerte el héroe y dejarme quedar mal.

-Estaba vivo, joder - me enfrento a él -. ¿Lo sabías cuando lo abandonaste? ¿Sabías que lo dejabas a merced de esos cabrones?

-Estaba sepultado bajo los escombros. Para mí estaba muerto.

-Y no te paraste a comprobar si todavía vivía.

-Te salvé a ti - dice dándome la espalda -. Confórmate.

-Cabrón de mierda - lo sujeto por el hombro y le doy la vuelta justo antes de estampar mi puño en su cara -. Eres un maldito hijo de puta que solo se preocupa por sí mismo. 

-Soy lo que tú nunca podrás ser - me devuelve el golpe -. El mejor soldado.

-Si dejar atrás a mis compañeros me vuelve mejor soldado - mi puño le parte el labio -, prefiero ser el peor de todos y traerlos conmigo a casa.

Varios compañeros se acercan al descubrir nuestra pelea y nos rodean. Los demás no tardan en unirse y escucho sus gritos, pero no presto atención a lo que dicen porque mi concentración está puesta en Ansel. Esta vez nadie me va a detener y le daré su merecido. Estoy harto de su prepotencia y su chulería. Alguien tiene que ponerle los pies en el suelo y yo lo haré encantado.

-Las guerras no se ganan siendo un blando - me dice lanzándome una patada que esquivo sin problemas.

-Tampoco dejando morir a quien debe ayudarte a vencer - mi puño sí lo alcanza.

-A eso yo le llamo daños colaterales.

-Y a esto yo le llamo karma - le respondo cuando mi rodilla se hunde en su estómago. Mi puño golpea su cabeza con fuerza y lo derribo.

-Ya basta - el mayor Austin nos detiene lanzando una mirada severa sobre ambos -. Estas no son formas de solucionar los problemas. 

-Aquí no hay ningún problema, Mayor - dice Ansel levantándose y limpiándose la boca con el dorso de la mano.

-Aquí no, desde luego - le responde él -, pero tú vas a tener que dar muchas explicaciones en breve. 

Ansel se cuadra ante él cuando se le acerca y aguanta mientras el mayor Austin lo rodea, sin dejar de mirarlo en ningún momento. Su actitud ha cambiado completamente porque sabe que el mayor se la tiene jurada desde que llegó a la base.

Nunca conmigoWhere stories live. Discover now