Nunca conmigo

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Helena

Después de la insistencia de Roger de mantener reposo y mi promesa de que lo haré, me dejan salir por fin del hospital. Odio tener que quedarme encerrada en casa pero por mi hija haré lo que sea necesario. Y aunque Lía, con la que ya he hecho las paces, insiste en que me vaya con ellos a su piso, me niego en rotundo. Ya tiene suficiente trabajo con los niños y el libro sin que ahora me sume yo a la ecuación. Fiona y Alpin son más que capaces de ayudarme en todo lo que necesite hasta que me liberen del reposo obligatorio.

-Helena - Fiona se acerca a mí con el teléfono en la mano -, Jessie quiere hablar contigo. Dice que no le contestabas al tuyo y se preocupó.

Con todo el asunto del hospital ni siquiera recuerdo dónde tengo mi teléfono. Seguramente me estuviese llamando porque hemos quedado esta noche para cenar en su casa y querrá confirmar la hora. No sabe todavía que tengo intención de decirle a Douglas que va a ser abuelo o me habría bombardeado con un ciento de llamadas más.

-Hola, Jessie - la saludo después de darle las gracias a Fiona -. Perdona, no quería preocuparte. La verdad es que ahora mismo no sé ni dónde tengo el teléfono.

-¿Ha ocurrido algo? - la preocupación sigue presente en su voz.

-Nada - intento restarle importancia porque no hace falta que sepa lo que ha pasado. Suficiente tiene con sufrir por Keenan.

-Fiona me ha dicho que acabas de llegar del hospital. ¿Estás bien?

-Perfectamente - maldita Fiona y su excesivo celo sobre mí -. La cena sigue en pie. Supongo que por eso me llamabas.

-Sí. Douglas está en Inverness y me ha dicho que será él quien te recoja - por suerte mi cambio de tema funciona -. Si a ti no te importa.

Nuestra relación todavía es un poco tensa a pesar de que ahora por fin se está portando como el padre que es. Todo cuanto ha hecho para presionar en la búsqueda de Keenan y su equipo es increíble y lo redime en cierta medida, pero todavía tiene mucho camino por delante y yo no dejo de recordárselo cada vez que tengo ocasión. De ahí que resulte un tanto incómodo entablar conversación entre nosotros. Pero tengo la intención de mantenerlo en la misma línea cuando Keenan regrese. No le voy a permitir recular y fingir que no se preocupa por su hijo. Keenan merece saber que sí lo hace. Recuperar su relación después será cosa de ellos.

-Sin problema - será una forma de estudiar su humor antes de la cena. Por si hablarle hoy de Miranda no sea tan buena idea como creo. 

-Bien - casi puedo verla asintiendo aliviada -. Te recogerá a las siete.

-Estaré lista.

Fiona, que acaba de regresar con un par de infusiones calientes para ambas, me mira con censura. Como siempre se ha tomado demasiado en serio lo del reposo. No llevo ni dos horas en la casa y ya me siento asfixiada por sus buenas intenciones. Aún así me niego a vea cuánto me afecta y le sonrío al recibir mi taza.

-Solo voy a cenar con Jessie y Douglas - le informo para que deje de mirarme como si estuviese a punto de ir a correr una maratón -. Douglas me recogerá en coche aquí y luego me traerá uno de los dos. Voy a estar sentada todo el tiempo.