47

7K 1.4K 508
                                    

Únete a nosotros en:

https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/

Sígueme en:

Facebook: Sonia López Souto

Instagram: @sonialopezsouto

Tik Tok: sonialopezsouto

Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:

https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________

Creo que ni el día de mi ingreso en el ejército estuve tan ansioso como ahora mismo. Recuerdo haberme sentido perdido por un momento a mi llegada, sin saber a dónde o a quién dirigirme. Recuerdo haberme plantado en medio de la base, haber inspirado profundamente para dominar mis nervios y después continuar mi camino hasta conseguir reunirme con mis compañeros. Recuerdo que todo fue bien desde aquel momento, a pesar de las dificultades, de las renuncias, de las piedras en el camino. Sin embargo ahora tengo miedo de que los problemas puedan con nosotros y no consigamos lo que hemos venido a buscar. Por más que inspire, los nervios no me abandonan; por más que camine de un lado al otro por el pasillo, bajo la atenta mirada de los otros dos, sigo deseando derribar la puerta que nos separa de la junta y exigir que envíen un equipo de rescate para Nolan inmediatamente. 

Sé que mi vaivén no nos ayuda, pero tampoco puedo hacer otra cosa. Quedarme quieto no es una opción. Al menos lo entienden porque ninguno dice nada al respecto. Lenox repasa de vez en cuando los papeles y Randy alterna su atención entre nosotros, el reloj y la ventana que tiene al lado.

-Los recibirán ahora.

Un soldado raso nos indica que lo sigamos y aunque estoy ansioso por pasar, permito que Lenox vaya primero. Él será quien hable porque, de los tres, es el más diplomático y porque está acostumbrado a tratar con nuestros superiores. Yo directamente les saltaría a la yugular para obligarlos a enviar un equipo de rescate ahora mismo.

Nos cuadramos antes ellos hasta que nos dan permiso para sentarnos. Entonces, Lenox se acerca a ellos y expone el tema ante su mirada imperturbable. Se le nota totalmente relajado y sus palabras salen de manera fluida y firme. No duda en ningún momento. Mi pierna sana, sin embargo, no deja de bailotear bajo la mesa. Randy no parece mucho más tranquilo que yo, aunque sabe disimularlo mejor. Su mandíbula apretada es la única señal que lo delata.

Lamentablemente contamos con pocos datos por falta de recursos, así que Lenox no tarda ni media hora en exponer el caso y solicitar la ayuda. A medida que habla, puedo ver en sus caras que no están convencidos de lo que estamos proponiendo y sé, incluso antes de que le respondan, que se van a negar. Randy llega a la misma conclusión.

-Joder, dirán que no - susurra.

-Entendemos su preocupación - dice el presidente de la junta - y vemos que se han informado bien, pero nada de lo que aportan es suficiente para iniciar una acción como la que solicitan. Nuestra presencia en Siria debe continuar siendo un secreto para cumplir con los objetivos. La intervención anterior con los americanos no fue más que una necesidad.

-Esta también es una necesidad - murmuro, deseando poder decirlo en alto.

-Y resultó ser un desastre - continúa -. Una trama muy bien orquestada por nuestros enemigos para atraer a las tropas aliadas hacia una trampa. Nuestra misión en Siria se vio comprometida en esa ocasión y apenas logramos contener las filtraciones. No podemos cometer más errores de ese calibre.

-Entonces prefieren dejar que muera uno de los nuestros - no puedo callarme por más tiempo -. Es preferible una baja de un soldado leal a su Majestad la Reina, antes que descubrir ante el mundo que estamos en Siria espiando porque no tenemos los santos cojones para ir abiertamente a la guerra.

Nunca conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora