Nunca conmigo

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Keenan

Cailean entra en la habitación casi como si se esperase encontrarme agonizando. Y tal vez así habría sido si me hubiese visto el día que supe que Nolan había muerto. Durante días no quise ver a nadie ni hablar con nadie. Me molestaba el simple hecho de que me mirasen. Los médicos se llevaron más de un grito cuando tenían que cambiar mis vendas o ponerme el antibiótico.

Estaba enfadado conmigo por caer en la inconsciencia tantos días. Con Lenox por no intentar despertarme para decírmelo. Con Ansel por abandonarlo allí. Con Randy por no dejarme matarlo a golpes por ello. Con el mundo por haber perdido a mi mejor amigo. Pero sobre todo, estaba enfadado con Nolan por salvarme la vida a costa de la suya. Me lo dijo, pero no creí que fuese a hacerlo. No creí que tuviese que llegar a eso.

Me lamenté de seguir vivo, le grité a Nolan en silencio recriminándole el haberse hecho el héroe, me desperté docenas de veces llorando como un niño desconsolado, golpeé la almohada con rabia hasta que las costuras protestaron. Y después de descargar toda mi frustración, pensé. Mucho. Durante interminables horas. Y recordé. Cada momento vivido con Nolan desde el día que nos conocimos pasó ante mis ojos como una película en imágenes. 

Al final hice las paces con él, conmigo y con el mundo. Me dije a mí mismo que no podía seguir lamentando su muerte y dejándome consumir por la pena, que él no lo habría querido. Me prometí vivir por los dos. Nolan entregó su vida por mí y yo no puedo defraudarlo arruinando la mía. No voy a desaprovechar la oportunidad que me ha dado. No permitiré que su muerte sea en vano.

-Puedes pasar - le digo -. No muerdo.

-¿Cómo estás? - habla con cautela y sé que se está conteniendo para abrazarme. Cailean siempre fue demasiado transparente para mí.

Si no tuviese la maldita vía en el brazo y la pierna inmovilizada yo mismo me levantaría para abrazarlo. Estoy vivo, joder. Y he vuelto a casa con mi familia. Eso es más que suficiente para celebrarlo.

-Atado a una cama - le digo dándole permiso para acercarse.

En un par de zancadas está a mi lado abrazándome y aunque me molesta la vía, no lo suelto. Me hacía tanta falta. Ahora sí sé que me siento en casa por fin. Ahora sé que todo irá a mejor. Mi familia no va a dejar que me hunda.

-Lo siento - me dice nada más separarnos. Lo entiendo perfectamente.

-Dio su vida por mí, Cailean. No pienso defraudarlo - sé que él también me entiende y por eso no añado nada más. No es necesario.

-Te veo bien - cambia el tema y se lo agradezco. Que pueda hablar de Nolan no quiere decir que me resulte sencillo hacerlo. Todavía hay momentos en que me vengo abajo al pensar en que no volveré a verlo, pero trato de superarlos por él. Siempre por él.

-No seas tan condescendiente, primo. Estoy hecho mierda.

-No quería ser yo el que lo dijese - sonríe aliviado al ver que sigo siendo yo.

¿Realmente sigo siendo yo? Supongo que sí. Al menos gran parte del que fui antes de esta última misión. Tal vez tarde en estar al 100%, pero sé que lo lograré. No voy a dejarme caer. Soy fuerte, me entrenaron para superar cualquier problema, por más duro que fuese. No va a ser fácil, pero podré con ello.