Nunca conmigo

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Randy, Lenox y yo estamos esperando al Mayor Austin en su tienda después de dejar a Nolan a cargo de los médicos. Finalmente le dio la crisis de ansiedad que todos esperábamos y tuvieron que sedarlo. Sabía que sería demasiado pedir que todo estuviese bien con él, pero verlo de ese modo, desconfiando de todo el mundo, amenazándonos, fue demoledor. Tiene mucho trabajo por delante para recuperarse y me tendrá a su lado en todo momento. No dejaré que caiga, no será uno más de los tantos soldados con estrés postraumático que no logran adaptarse a la vida después del ejército. Saldrá de esta y no lo hará solo.

-Lo que habéis hecho - comienza el mayor nada más entrar en la tienda - ha sido temerario, imprudente y... algo que yo mismo haría si uno de mis hombres estuviese en apuros y mis jefes no me permitiesen ir a por él.

Su confesión nos deja a todos sorprendidos. Después de la bronca en la otra base nos esperábamos otra, probablemente una sanción o puede que hasta un consejo de guerra, nunca que nos diese la razón. Nos miramos desconcertados los unos a los otros sin saber qué decir.

-No podía felicitaros delante de los americanos - continúa -, no estaría bien visto, pero lo que habéis hecho es admirable y una prueba de la más grande lealtad hacia vuestros compañeros. No puedo condenaros por algo así cuando eso es lo primero que os enseñamos al entrar a formar parte del ejército. Nunca se deja atrás a nadie. Pero me temo que los altos cargos no lo verán de ese modo si se enteran de que habéis venido por vuestra cuenta.

-Contábamos con que tendríamos problemas si nos descubrían - le dice Lenox con calma - y estamos preparados para asumir las consecuencias. Si terminamos en un consejo de guerra, que así sea. Nolan está vivo y a salvo ahora. Eso es lo único importante.

-Y por eso redactaré un informe en el que certifique que yo mismo autoricé vuestro regreso a Siria para la operación de rescate. Debería haber avisado a mis superiores con antelación así que diré que fue una operación encubierta conjunta con los americanos. Me encargaré personalmente de hablar con ellos para ponerlos al tanto y que no haya incongruencias en nuestras declaraciones.

-Pero eso... - Lenox se queda a media frase y yo la termino por él.

-Acabaría con usted en un consejo de guerra.

-Me deben suficientes favores como para evitar que eso ocurra, no os preocupéis. Además - comienza a pasear por su tienda buscando algo -, la misión ha sido un éxito así que no van a protestar demasiado.

Escribe algo en un papel y se lo entrega a Lenox. Es, según él, la orden para nuestra reincorporación al servicio activo para una misión de rescate encubierta, el salvoconducto para nuestro regreso a casa sin mayores problemas. 

-Los médicos dicen que el traslado de Doherty es viable mientras permanezca sedado así que he estado organizando el transporte para todos vosotros. Saldréis en un par de horas, os recomiendo que descanséis un poco antes porque no tenéis muy buena cara. Yo me encargo de todo.

Nos marchamos con la sensación de que el Mayor Austin es un soldado de los de verdad, uno que no ha olvidado sus inicios ni los principios por los que nos regimos aunque ahora esté por encima de la mayoría de nosotros en el rango militar. Hoy en día escasean los hombres así y hemos tenido la suerte de topar con uno o nuestra situación sería muy diferente.