—Espera... —dijo alcanzándome —y de paso, también ayudas a Nicolás, ¿te parece? —coloque una mueca de extrañeza —, al pobre le ha ido fatal, y tal vez no está tan arriesgado de fallar el ramo como yo, pero aun así lo necesita. Y así, además pueden hablarse, ¿o cuando piensan hacerlo?

—Creo que Nicolás es capaz de apañárselas por su cuenta, para lo único que me ha necesitado es para poder cogerse a mi hermana —por el rabillo del ojo vi como Alex colocaba los ojos en blanco —, y mira, tal vez con algo de suerte para la graduación nos abracemos —lo miré sonriendo sínicamente.

—Después de todo, Nicolás tenía razón en algo —se detuvo.

—Así que te pondrás de parte de Nicolás —frene y me coloque enfrente a él con los brazos cruzados.

—No me pienso poner de lado de nadie, ambos son mis amigos y ambos se equivocaron. Tú con tus melodramas y Nicolás diciendo cosas que no debería decir.

—No debió acostarse con mi hermana.

—No debió tratarte así, yo creo que ustedes tienen que hablar —agache la cabeza, a lo cual Alex coloco amabas manos en mis hombros asiendo que lo mirara de frente —. Kevin, soy tu amigo, te conozco y sé que te sientes solo, y más que rabia, tienes vergüenza de hablar con Nicolás sobre esto, y no solo con él, sino de acercarte a todos nosotros después de tu dramática escapada en Frittz.

—No sé si sea el momento —volví a bajar la vista.

—¿Y cuándo lo será? —su voz se suavizo más que nunca, y lo volví a mirar—. Kevin, prométeme que hablarás con él antes de ir a mi casa el sábado.

—¿Quieres que nos juntemos en tu casa a estudiar el sábado? —Alex puso cara de pocos amigos, y asentí —. Sí, te lo prometo, hablaré con Nicolás antes de verte el sábado.

—Así me gusta —dijo dándome unas palmadas en los hombros —, ahora iré a dormir a mi jeep, no valió levantarse temprano por la calefacción de la sala, ¿Vienes conmigo?

Negué con la cabeza.

—Quiero un café y estudiar los apuntes de historia, nos vemos más tarde

—Está bien, nos vemos más tarde —Alex hizo un gesto de saludo militar y giro en sí mismo para ir al estacionamiento.

Caminando a la cafetería pensaba en como ver a Nicolás para hablar con él, pero de una u otra manera llegaba a lo mismo, pensar en él tirando con mi hermana y me molestaba conmigo por pensar eso, y con él por hacer eso. Entre en la cafetería y solo seguía abrumado por ello. ¿Cómo soltar ese pensamiento que me come la cabeza una y otra vez?

—Hola, buenos días —dije una vez en el mostrador, y buscando mi billetera por mis jeans —, me vendes un café, con 2 de azúcar, por favor.

La chica me saludo y empezó a prepararme el café. Recibí y pague, camine hasta una mesa y deje el café sobre ella, me senté y saque de la mochila, la carpeta con los apuntes y el cuaderno de historia junto con un lápiz pasta azul.

—Maldito Daniel —al marcharse, este había pisoteado unas hojas y las había dejado cafés debido a la tierra en sus zapatos. Empecé con el estudio, mientras anotaba en mi cuaderno, tomaba un poco de café.

Para cuando ya iba por la cuarta hoja la campana sonó, tenía biología en 15 minutos y el laboratorio está en el segundo nivel, y aun tenía que ir por mi libro, asique me levante rápidamente no guarde las cosas en la mochila, y salí con la carpeta y cuaderno en la mano izquierda y con el café en la derecha. Pidiendo permiso para atravesar el pasillo atestado de adolescentes mayoritariamente menores que yo; llegue a mi casillero, suspire pesadamente al ver que no tenía manos para abrir el candado, ingeniándomelas logre abrir el casillero y sacar mi libro, al cerrar el casillero, vi que Nicolás venía por el pasillo, intente apresurarme pero lo único que logre fue que mis cosas se cayeran a excepción del café que logre atajarlo.

Soy hermano de una zorra | Troublemakers [En edición]Where stories live. Discover now