No lo voy a permitir

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- No podéis vivir juntos. Sois muy jóvenes.

- ¿Por qué no podemos vivir juntos? -preguntó Sakura.

- ¿Cómo les digo a los niños que es para que tengan una buena salud sexual?

- Si es porque tiene miedo de que Naruto tome mi virginidad no se preocupe. Ha prometido no tocarme hasta que lo desee.

Hiruzen no sabía que era más problemático. Si que Sakura supiera que era el sexo a su edad, que lo hubiera hablado con Naruto o que hayan llegado a un acuerdo.

- Viejo, incluso yo se que hay que respetar a las mujeres 'ttebayo. Nunca tocaría a Sakura-chan hasta que estuviera lista.

- B-Bien. Eso me tranquiliza. Pero aún así, no quiero que durmáis en la misma cama.

- No tengo suficiente dinero para comprar una segunda cama.

- Yo sí pero no hemos tenido tiempo.

Hiruzen chasqueó los dedos y varios Anbu estaban en la habitación, cuatro exactamente. Dos de ellos miraron al niño zorro con miedo.

- ¡Ah, son ellos! -exclamó Sakura-. ¡Los que intentaron meterse contigo Naruto!

- ¿Ellos? ¿Son Anbu? Estaban aterrados en ese momento, no lo aparentaban.

- Tienes razón.

- Niños, silencio. Ya hablaremos -les dijo a los Anbu-. Este cuarto... Traed una cama más. Después, un armario con ropa de chica. Tomad las medidas de Sakura. Y traed lo que creáis conveniente que falta en la nevera de esta casa. Ahora.

- Hai.

Los Anbu se pusieron en movimiento. Tomaron las medidas de Sakura y salieron de la casa. El primero en llegar fue quien traía la comida. El siguiente fue quien traía el armario junto con la ropa. Y los dos últimos fueron quienes trajeron el mueble de la cama y el colchón.

- Bien. Excepto vosotros dos, podéis iros.

Dos de ellos se fueron. Sakura y Naruto observaban la cama de la pelirrosa.

- ¿No crees que huele extraño? -le preguntó mentalmente Naruto a Sakura.

- ¿Tú crees? -preguntó algo extrañada. Tenía un buen olfato pero no conseguía percibir nada de ese colchón.

- Es... ¡Olor a pólvora! -dijo en voz alta.

Con la fuerz que el niño tenía, tomó el colchón y corrió lejos del apartamento. En un campo, lanzó un kunai con una pequeña cuerda en llamas. El colchón explotó. Hiruzen había seguido a Naruto. Al ver lo que había pasado estaba furioso con los Anbu que lo habían traído.

Sakura había atado en contra de su voluntad a los Anbu. Ellos ni se habían percatado.

- Os habéis metido con la pareja equivocada -dijo bastante enfadada-. No me importa los que me hagáis. Matadme, torturadme, rompedme... Pero por Jashin-sama, no toquéis a la gente ue quiero.

No sabría decir si había sido Sakura o Haku quien dijo eso.Por un momento, sus ojos jade habían cambiado a un carmesí sangre. Detrás de ella, una ilusión o el chakra oscuro del Bijuu se mostraba causándoles un temor que nunca olvidarían ni con el peor de los dolores.

- Tranquilízate... No me ha pasado nada.

- Si te hubiera llegado a pasar algo... Los hubiera matado a todos.

- ¡Vosotros! -gritó Naruto entrando por la ventana seguido por el Hogake.

Sus ojos estaban rojos y el chakra naranja de Kurama cubría su cuerpo. Sus uñas eran como las de una animal, sus colmillos eran más grandes y puntiagudos y sus bigotes estaban distorsionados. Tenía dos colas, suficientes para acabar con dos Anbu. Iba a atacarles pero Sakura le acarició el rostro gentilmente pidiéndole que se tranquilizara.

El Cerezo De AkatsukiWhere stories live. Discover now