¡Itadakimasu!

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- ¿¡Cómo puedes tener el Sharingan!? -le preguntó casi gritando Itachi. Algo muy raro en él.

- Pues no sé. ¿Sakura ha hecho algo malo? -le preguntó la pequeña como Tobi.

- Sakura. ¿Qué más tienes? -le preguntó amablemente Kisame.

- Pues... Mis ojos se vuelven blancos y alrededor salen unas marcas -dijo "inocentemente".

- ¿Crees que se lo van a creer? Te he explicado perfectamente que es el Byakugan y otros tipos de Kekkei Genkai -le dijo internamente su Bijuu.

- Sí, se lo creerán. Soy una buena actriz -pensó.

- ¿Byakugan? -pensó Itachi-. ¿Algo más?

- No que yo sepa -dijo con una sonrisa la pequeña.

- Pequeña Sakura, me sorprendes -le dijo Kisame a modo de cumplido.

- ¡Sakura-chan~! -le llamó Tobi apareciendo en la gran cocina-. ¿Sabes cocinar?

- Sí Tobi-kun. ¿Te preparo algo? -le preguntó amablemente.

- ¡Yo también quiero! -dijo Deidara siendo ruidoso como siempre. Venía junto a Hidan, Sasori, Kakuzu y Zetsu.

- ¿De qué hablan? -preguntó un peli-naranja seguido por el ángel.

- ¿Qué quiero comer?

- No te pediremos que cocines para nosotros -dijo Kisame quién había tenido a Sakura en sus brazos todo este tiempo.

- No importa Kisame-san. Puedo cocinar, a mí me gusta. Es una de las pocas cosas que me obligaban a hacer que me gustaba y lo hacía sin sentirme obligada -dijo con total naturalidad.

Los Akatsuki se quedaron en silencio por un momento... Silencio que apenas duro gracias a Tobi.

- ¡Quiero ramen!

- ¡No! ¡Yo quiero takoyaki! -le contradijo Deidara.

- Basta niños -les dijo Hidan-. Comeremos hamburguesa.

- Ie, comeremos huevos fritos con arroz -dijo Itachi.

- Prefiero pasta -dijo Kakuzu.

- Es más sano comer verde por las noches -dijo Zetsu.

Todos los Akatsuki voltearon a mirarlo con el mismo pensamiento en sus cabezas: "¿¡canibalismo!?"

- No os preocupéis. Puedo cocinar un menú para todos para que todos disfrutéis.

- Mmmm... Haz lo que quieras -le dijo Pain-. Pase lo que pase, que Deidara no te ayude.

- ¡Ya dije que no fue mi culpa! ¡No sabía que al cacharro ese se le tenía que poner la tapa!

- Marchaos de aquí y dejad a mi pequeña cocinar en paz -les dijo de forma autoritaria y paternal Kisame. Ni siquiera Pain dijo algo al respecto.

Todos salieron de la cocina excepto Kisame y Sakura. Él le ayudaría ya que debido a su altura es difícil cocinar. Paso una media hora. Los Akatsuki estaban fuera de la cocina esperando su comida mientras escuchaban muchos ruidos como aceite y agua hirviendo o algo cociendose. Olía muy bien. Pero había tal mezcla de olores que ninguno de ellos conseguía adivinar que era.

Kisame, por su parte estaba flipando en colores. La habilidad de la pequeña niña le sorprendía. La capacidad de cortar a esa velocidad, sacar los alimentos del fuego en el punto exacto y su habilidad para hechar las especias... Todo era increíble, un espectáculo digno de ver. Kisame se había quedado con ella en la cocina para ayudarla... Pero sólo está mirando y asombrado.

El Cerezo De AkatsukiWhere stories live. Discover now