Tu nueva vida

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¡Pásate por mi nueva historia por favor! Yo y Sakura te lo agradeceríamos.

Sarada Haruno

¡Dentro capítulo!

- Nos vemos, Gaara-kun.

- Adiós, Saku-chan.

Ambos niños se despidieron. Sakura le dolía despedirse de él. Aunque se habían conocido ese mismo día, le había agradado ese niño. Y a Gaara, le emocionaba que ese día había hecho dos nuevos amigos, estaba dispuesto a decírselo a su tío.

Sakura ya se había escabullido entre los guardias y había salido de Suna. Iba al punto de encuentro con Deidara y Sasori. Tardó poco en llagar.

- ¿Misión cumplida?

- Misión cumplida.

Subió al pájaro de Deidara y los tres se fueron de nuevo a la guarida. Entraron y fueron al salón dónde esperaban la mayoría de los Akatsuki el regreso de su pequeña peli-rosa.

- ¿Qué tal le ha ido a mi pequeña? -dijo Kisame mirando su cuerpo en busca de cualquier rozadura.

- Bien, no hizo falta lastimarla -dijo Sasori.

- El Jinchuriki de Shukaku es muy amable... Me hubiera gustado jugar un poco más con él... -dijo un poco desanimada-. ¡Pero ha sido divertido!

- ¿Has disfrutado de vivir como una niña norma? -preguntó Kakuzu.

Se quedaron en silencio esperando la respuesta de la niña.

- No para nada. He disfrutado cuando he asustado a las personas de Suna. Estaban intimidando al Jinchuriki y yo le defendí. Me miraron con miedo. Me gustó esa sensación de superioridad y de... ¿Cómo lo digo? De... Tranquilidad o alivio de ayudar a Gaara-kun...

- Ese chico... ¿Es tú amigo?

- Sí. Aunque estamos unidos por un colgante y un helado.

- Déjala, no lo va a entender -le dijo Konan-. Me alegro de que os haya ido bien. Esta ha sido una prueba de lo serán las próximas misiones.

- Tú cuerpo es pequeño así que hasta los 11 años. No podrás ir a ninguna misión de rango S o A, aún te falta experiencia. Espero que lo entiendas -dijo Pain-. Aún necesita entrenamiento.

- Estrenaré hasta que llega el día en el que pueda ir a misiones con todos ustedes, ¡lo prometo!

Y así fue como lo hizo. Los años pasaron y Sakura cumplió 10 años y se volvió muy fuerte. Desarrolló sus propias técnicas, completo sus estudios en ninjutsu médico y natural. También perfeccionó su taijutsu por los duros entrenamientos y su cuerpo llegó a tener una alta resistencia. Era imposible para ella perder con un Jounnin aunque estuviera recién levantada.

Así es, el poder de Sakura era exagerado, aunque aún no era conocida por ninguna aldea. Su personalidad amigable no había cambiado... y sus heridas tampoco.

- Kakuzu -le llamó-. Hoy es cuando vamos a eso, ¿verdad?

- Sí. Más te vale que no tenga pérdidas, he apostado por tu victoria.

- ¿Vas a apostar por la victoria de una jugadora que gana desde el principio? No esta mal.

Sakura había sido influenciada por Kakuzu. Estaban yendo a una casa de apuestas. Sakura y Kakuzu llevaban capas para no ser reconocidos.

- Kisame se volverá a enfadar contigo.

- Es lo que menos me importa. Vamos.

Poco tardaron en ganar un millón de ryo y en seguir ganando más y más. La casa se quedo sin existencias y con una deuda. Para evitar tener que pagar, les acusaron de tramposos. Una rubia reto a Sakura a jugar unas cartas.

El Cerezo De AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora