-De acuerdo - lo capta y suspira -. Sé que soy una exagerada pero ya te quiero como a una hija y... solo quiero que estés bien, Helena. Y que Miranda también lo esté. Creo que todavía no eres consciente de lo que tu hija y tú significáis para todos nosotros. Para mí.

-Yo...

-Keenan es como un hijo para mí - continúa sin dejarme decir nada -. No podría quererlo más si lo hubiese parido.

-Keenan se hace querer - hace tiempo que dejé de fingir con ella que no estoy enamorada de él. Con todos, en realidad. Salvo con Douglas, a quien tal vez se lo acabe diciendo esta noche si las cosas se ponen tensas de nuevo entre nosotros por culpa de Miranda.

-Hace tiempo que siento que lo estamos perdiendo - me confiesa -. Llevaba años sin venir a vernos. Sé que Shea era parte del problema pero también sé que de haber querido vernos, habría venido igualmente. Me recordaba tanto a Cailean antes de conocer a Lía.

-No será igual que con ellos - lo tengo tan asumido que no me harán cambiar de opinión por más que todos digan que me equivoco con respecto a los sentimientos de Keenan.

-Por ahora va por el mismo camino - me sonríe mirando a mi tripa, recordándome así que Cailean y Lía también tuvieron a Erin antes de casarse.

-No será igual. Miranda no es producto del amor, sino de una mala pasada con las pastillas. Ahora no podría vivir sin ella pero en su momento llegué a asustarme de verdad. Entenderé que a Keenan le ocurra lo mismo y no lo voy a juzgar por ello - me levanto dispuesta a prepararme para la cena y así de paso interrumpir una conversación que no nos llevará a ninguna parte. Pero antes de salir del salón, me vuelvo hacia Fiona -. Sé que Keenan al final querrá a su hija con locura y me ayudará con ella aunque le asuste semejante responsabilidad. Pero no habrá final feliz para nosotros dos. 

-Te querrá a ti también - insiste ella -, aunque eso os asuste a ambos.

-Mira como tiemblo solo de pensarlo - muevo las manos hacia ella y pongo cara de susto hasta que consigo que se ría.

No quiero que se preocupe por nada más que por ver regresar a Keenan sano y salvo. Además, se equivoca totalmente. A mí no me asusta que Keenan me quiera, sino todo lo contrario, que no lo haga. Porque yo ya no puedo verlo como un simple amigo. Me va a costar horrores comportarme como si no sintiese nada por él, pero haré mi mayor esfuerzo por nuestra hija. Ella se merece tener a sus padres cerca, sea de la manera que sea. Negando que Keenan se vaya a enamorar de mí solo me preparo para la peor de las situaciones. No quiero un corazón roto de nuevo.

Douglas es extremadamente puntual, pero por suerte yo ya estoy lista cuando llega. Saluda a Fiona y a Alpin en primer lugar y luego dirige su mirada hacia mí. A veces tengo la sensación de que ya sabe la verdad sobre Miranda solo que finge no hacerlo porque ni Jessie ni yo le hemos dicho nada. Solo espero que si me equivoco con esto, no empeore nuestra precaria relación. Miranda también merece tener a sus abuelos cerca. Al menos a los que muestran cierto interés por ella. 

Mis padres no han vuelto a preguntar por ella desde el día en que les di la noticia. De hecho, no me han llamado ni una sola vez, aunque yo a ellos tampoco, siendo honestos. Nunca fuimos una familia demasiado unida así que no me sorprende que se hayan desentendido. Sabía que un nieto no iba a cambiar su manera de ver la vida. La única que lo pasa mal con esto es Lía. Ella nunca entendió la forma de tratarnos de nuestros padres, pero es comprensible teniendo en cuenta su gran pérdida. Y quizás por eso se desvive tanto conmigo ahora. Para suplir la falta. Y aunque no es necesario, yo estoy encantada porque para mí Lía es como una hermana.

-¿Cómo está la niña? - que Douglas me pregunte por Miranda mientras vamos camino de su casa es toda una novedad. Hasta el momento no lo ha hecho nunca. De hecho, suele ignorarnos cada vez que Jessie y yo hablamos de ella. Aunque sigo pensando que ya empieza a sospechar.

Nunca conmigoOnde as histórias ganham vida. Descobre agora