13: "Amargos recuerdos-Besos dulces"

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A pesar de la insistencia de Samuel para acompañarme a casa había conseguido regresar solo, me tiré en la cama intentando asimilar todo lo que había pasado esa noche, tratando de entender la forma en que había ocurrido todo, al final la única respuesta que quise darle fue "un acto de la casualidad", no quería pensar nada más.

La dichosa cita había quedado pactada para el lunes, "el príncipe" iría por mí a casa y me llevaría a un lugar, del que no había dicho nada.

-Es una sorpresa, así que debe ser un secreto – dijo aquella noche antes de simplemente despedirse con un beso en la frente al que no tuve el suficiente tiempo de reaccionar.

Después de eso todo dentro de mi cabeza fue un caos silencioso, era como si mi mente se hubiese concentrado solo en la espera de la cita y nada más; todas las entrevistas y notas extra hechas por mí, fueron archivadas en una memoria que guardé junto con mi libreta de notas en una caja que fue a parar debajo de mi cama, no quería saber nada de ellas, la foto de aquel joven Samuel, se quedó como separador de su libro, ese que creía nunca terminaría de leer.

El domingo por la mañana, por fin, reuní el valor suficiente para contarle a Frank lo que había sucedido; durante toda la conversación hubo silencios, gritos y risas sofocantes, él se burlaba de mi sobrepasado despiste, yo le reprochaba el haberme dejado solo, y mientras más hablábamos del tema, más me parecía una fantasía.

-Pues, tal parece que el príncipe realmente aparece cuando más se le necesita – dijo Frank una vez tranquilizó su risa ahogada, después de escuchar la forma en como había prácticamente obligado a Samuel para bailar.

-¿A qué te refieres? – cuestioné algo confundido.

-Bueno, tú querías conocer su versión de todas aquellas historias, querías conocer a la séptima persona, y así de la nada, aparece Samuel, disfrazado de un hombre común, para seducirte, invitarte a salir y convertirte en la séptima persona – respiró un poco – ahora no solo conocerás todas esas historias desde su punto de vista, sino también vivirás una – y por alguna razón escuchar aquello no me entusiasmaba de la misma forma que a Frank.

-Pero, Frank, yo no quiero eso – dije cabizbajo.

-¿A no? – el tono de su voz no parecía de sorpresa absoluta - ¿entonces para qué vas a salir con él? – y me quedé cayado, hasta ese momento no me había planteado esa cuestión, aún seguía sin entender mis motivos para salir con Samuel.

-N-No lo sé – suspiré – es decir, voy a renunciar, y toda la investigación la desecharé, no tengo motivos laborales para salir con Samuel – guardé un breve silencio analizando mis palabras e intentando poner en orden mis pensamientos.

-Por otro lado, es "tu Samuel", ¿no es cierto? – podía imaginar su sonrisa tonta del otro lado de la línea.

-S-Si – dije casi en un susurro.

-Bien, entonces no dejes que "las musas", ni Lucía, Carlos, o "el Guillermo fatalista" te hagan olvidar eso – rio un poco – ni siquiera "Samuel de Luque" – y aunque aquello hubiese carecido de sentido para cualquier persona, a mí me parecía totalmente coherente – olvídate de todo eso Willy, y concéntrate en ti y "tu Samuel", en nada ni nadie más, ¿entendido? – odiaba cuando Frank tenía razón.

-Entendido – sonreí aliviado.

-Muy bien, entonces céntrate en el presente y solo eso, lo demás no importa – pude escuchar cómo se levantaba con dificultad – solo disfrútalo Guille – raras eran las veces en que me llamaba de esa forma, y por extraño que pareciera, era su forma de mostrarme que estaba diciendo algo con seriedad.

Las musas de Samuel de Luque (Wigetta) #FL2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora