ᴄᴀᴘ 3: sᴏʟᴏ ᴜɴ ᴀsᴇsɪɴᴀᴛᴏ ᴍᴀ́s

223K 17.9K 9K
                                    

Al despertar, solo me encuentro con el inmaculado blanco del techo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al despertar, solo me encuentro con el inmaculado blanco del techo. Estoy tan confusa y perdida que parece que he estado sumida en un sueño por demasiado tiempo.

Giro mi cabeza y me doy cuenta de que estoy en la habitación de un hospital. Al lado de mi cama hay una silla, y, sobre esta, Ágata descansa. Está ligeramente recargada sobre la camilla y una de sus manos sostiene con fuerza la mía.

Con solo verla ahí, la asfixiante zozobra oprime mi pecho con tanta fuerza que me siento morir; sé lo que significa que esté a mi lado o el propio hecho de que yo esté aquí. He deseado que todo fuera una alucinación, y he pedido en ruegos que los recuerdos de mi familia muerta sean solo parte de una pesadilla, pero no es así. Son imágenes muy dolorosas, y se proyectan en mi mente de una forma tan vívida, que el sufrimiento que me embarga hace que sienta cómo mi mente se pierde y cómo de a poco sucumbo a la locura que me seduce desde tiempo atrás.

El sentimiento provocado me asusta tanto como lo hace la misma realidad. Entonces comienzo a llorar. La bruma cubre mi cabeza y la angustia me supera llegando a un nivel que no puedo controlar. Un aire frío me rodea; creo estar cayendo al abismo mientras soy presa de un colapso mental.

Ágata despierta tras mis gritos y no dice nada, pero de inmediato me abraza. Yo intento alejarme, porque siento que sus brazos me queman. Ella lo impide y yo solo me desespero más; mi cuerpo acumula tanta ansiedad que necesito sacarla, pero lo hago a través de rasguños y golpes, por lo que se apresura a inmovilizar mis manos. Grito y lloro por unos minutos más, hasta que simplemente me quedo inmóvil y recargada en su hombro, sintiendo cómo mi alma se drena y me quita hasta los deseos de vivir.

Durante todo el día no hago más que estar tumbada en esa camilla. No quiero hablar con nadie, mucho menos con la policía. Para mi fortuna, los doctores no dejan que nadie entre, pues no creen que esté en condiciones para responder preguntas. Yo misma no sé si lo estoy o no; una parte de mí quiere hablar y así ayudar a encontrar al culpable.

Por otro lado, simplemente me cuesta demasiado hablar. Pero, aunque no pueda hacerlo, no he dejado de pensar; todo lo que va y viene en mi cabeza son esos inútiles hubieras que me hacen imaginar distintos resultados de esta fatídica situación. ¿Qué habría pasado si hubiera estado ahí? ¿Habría cambiado algo o simplemente habría muerto yo también?

 ¿Qué habría pasado si hubiera estado ahí? ¿Habría cambiado algo o simplemente habría muerto yo también?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Besos con sabor a muerte© (18+) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora