Para toda la eternidad

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Pasadas las dos de la tarde, Viktor y Yuuri se encontraban acostados en la camilla del hospital

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Pasadas las dos de la tarde, Viktor y Yuuri se encontraban acostados en la camilla del hospital.

Chris se había llevado a los pequeños a la mansión para que almorzaran tranquilamente, se cambiaran ropa y volvieran más tarde.

Las horas de visitas eran muy limitadas, pero el ruso estaba en un área privada y destinada al uso de los conocidos de Minami, por lo que las visitas de esos pacientes tenían pase libre para acompañarlos las veinticuatro horas.

Gracias a dicha preferencia, los doctores aceptaron la petición de Viktor para que su esposo pudiera recostarse a su lado siendo cuidadoso con su estado de salud.

En ese momento, y después de haberle ayudado a comer, Yuuri yacía acostado acariciando la cabellera del ruso debido a que este tenía la cabeza sobre su pecho. Si bien Viktor estaba herido, no desperdiciaba oportunidad alguna de permanecer aferrado a su amado, debido a eso, Yuuri era quien intentaba recostarse un poco inclinado, de esa forma, el ruso podía recostar su cabeza sobre él sin doblarse demasiado.

Los doctores habían informado que Viktor sería dado de alta en cuatro días, por lo que el pelinegro decidió permanecer junto a su esposo todo ese tiempo. Junto con eso, Yuuri pidió ser quien ayudara al ruso a comer e ir al baño. Debido a la herida, a Viktor le costaba caminar, pero se negaba a usar el orinal hospitalario. El pelinegro solo negaba con la cabeza al ver que el orgullo de su marido era más fuerte que el dolor de la incisión reciente. Sin embargo, y a pesar de no estar de acuerdo con la terquedad del ruso, Yuuri siempre lo ayudaba a caminar hasta el baño, lo esperaba afuera, y lo ayudaba a volver, llevando el atril del suero con una mano y afirmando a Viktor de la cintura con la otra.

La siguiente función que el pelinegro hacía era ayudarlo a comer. Si bien el ruso estaba recién operado, no tenía problema alguno para comer por sí mismo, pero se aprovechaba de su condición para poder ser alimentado en la boca por Yuuri. Este sabía que Viktor podía comer solo, pero estaba tan feliz de que estuviera vivo, y de que pudieran estar reunidos nuevamente, que no le importaba mimarlo tanto como él quisiera.

Una vez que el ruso volvía del baño o terminaba de comer, le pedía a su amado esposo que se acostara junto a él, tan solo para poder abrazarlo y sentir que aquello era real y no un sueño; ambos aún tenían demasiadas cicatrices en el corazón, y permanecer juntos era un bálsamo que aliviaba, en parte, aquellas heridas provocadas por los recuerdos de los terribles momentos que pasaron.

En aquella camilla, Viktor se aferraba al torso de Yuuri como si su vida dependiera de ello. Era aterrador pensar en que ambos estuvieron a punto de morir, pero aquella experiencia les hizo darse cuenta de lo poderoso que era el amor que compartían, después de todo, los dos estaban dispuestos a morir por el otro.

A decir verdad, el ruso no solo había estado preocupado por salvar a su familia, sino que también se había torturado a sí mismo pensando en que su amado esposo no querría saber nada de él luego de que aquel infierno hubiera terminado; tendría que agradecerle a Chris y preguntarle qué fue lo que habló con Yuuri para que este lo hubiera perdonado.

Death's Diary (Victuuri) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora