Proposición

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Yuuri no entendía qué estaba ocurriendo o por qué todos sus empleados estaban en el hall

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Yuuri no entendía qué estaba ocurriendo o por qué todos sus empleados estaban en el hall. A decir verdad, era una multitud que lo miraba de forma expectante. ¿Acaso él iba a hacer o decir algo ese día y lo había olvidado? Antes de hacer cualquier pregunta, sacó la agenda que solía usar para recordar las fechas importantes y agendar todos los compromisos que adquiría. Sin embargo, al leerla se dio cuenta que ese día estaba libre, no había ningún evento especial. En ese caso, ¿qué rayos estaba sucediendo?

Decidido a salir de dudas, buscó con la mirada a Phichit o a Leo, pero ninguno de los dos estaba presente, o eso creía. Con más de cien personas en el inmenso hall era difícil saberlo con certeza.

Una de las recepcionistas se acercó a él para poder recibir su abrigo y el bolso cruzado que solía usar.

—Bienvenido, Sr. Katsuki. —Sonriendo, lo saludó y, amablemente, le retiró de las manos el abrigo y el bolso que se había sacado él mismo al entrar.

—Eh... gracias. —Estaba tan desconcertado que tardó unos segundos en volver en sí y reaccionar para preguntar―. Disculpa, ¿qué está pasando? ¿Por qué hay una pantalla de proyección instalada aquí en el hall?

—Recibimos un video muy importante dirigido a usted. Y nos dijeron que era primordial que, en cuanto llegara, fuera reproducido inmediatamente.

—¿Un video para mí? —De acuerdo, eso era algo muy raro―. ¿Quién lo envía?

—No lo sé. El video llegó por correo y el mensajero dijo que los datos del remitente no podían ser revelados.

Eso era lo más extraño que había escuchado sobre los servicios de Courier y mensajería. Es decir, ¿desde cuándo estaba permitido enviar mensajes y prohibirle al destinatario conocer al remitente?

Mientras Yuuri se debatía internamente si debía aceptar ver el video o no, Viktor se encontraba en la sala de espera que se encontraba a un costado del hall y era separada de este por una enorme puerta de vidrio que, si bien era transparente y se abría de forma automática al colocar el chip de las credenciales de los trabajadores y visitantes en el lector del lado derecho de cada puerta, ahora tenía unas enormes cortinas a control remoto que habían sido instaladas el fin de semana pasado por unos técnicos certificados contratados por Phichit. Mientras todos participaban en la grabación del video, dos de los vigilantes de la empresa habían sido los escoltas de los instaladores. La empresa, al ser del rubro de maquinaria médica, funcionaba las veinticuatro horas, los siete días de la semana; eso era en la bodega central. El edificio corporativo solo funcionaba de lunes a viernes en horario de oficina.

Phichit, Leo, Emil, Michele y el Sr. Nishigori estaban acompañando a Viktor y le ayudaban con los detalles para la sorpresa. Yurio y Otabek también estaban allí, vestidos ambos de terno al igual que su padre ruso. Este les había permitido faltar a la escuela sin que Yuuri se enterara, ya que la sorpresa no sería lo mismo sin los pequeños. Además, ellos habían insistido hasta el cansancio pidiendo estar presentes. Lo que convenció al ruso fue el argumento que dieron; si ellos estaban allí, tendría el "sí" de Yuuri aún más asegurado. ¿Cómo negarse a eso?

Death's Diary (Victuuri) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora