Death's Diary (Victuuri) [Terminada]

Sentencia de muerte

Los intentos de Yakov por localizar a Viktor a través de sus nuevos hackers habían sido completamente en vano. No importó las veces que estos lo intentaron, la barrera puesta por Seung-Gil era impenetrable. Lo peor de todo era que el surcoreano se las ingeniaba para infiltrarse en su sistema sin problema alguno.

El líder ruso sabía que, mientras aquella situación siguiera igual, su vida peligraba al permanecer en Japón. Él no conocía ese lugar en lo absoluto, en cambio, Viktor ya lo conocía al derecho y al revés. El ex sicario contaba con la ventaja de local.

Mientras Yakov intentaba pensar en una nueva forma de dar con la información de contacto de Viktor, su celular comenzó a sonar. Al sacarlo del bolsillo y observar la pantalla, el líder ruso frunció el ceño, extrañado; la pantalla solo decía "número privado" Con cautela, Yakov contestó.

―¿Hola? ¿Quién es?

―Vaya... hace mucho que no hablábamos, ¿verdad?

El Pakhan quedó paralizado al reconocer la voz al otro lado de la línea, después de todo, era la voz de la persona que quería encontrar desesperadamente: Viktor.

*****

Tras recomponerse de la recarga de emociones que lo llevó a sentirse abrumado mientras recorría la mansión que había compartido con su familia, Viktor tomó el teléfono que Guang Hong le ofreció y llamó de inmediato a Yakov. Fue una suerte el que Georgi les hubiera facilitado los números de contacto de casi todos los hombres de la bratva, Yakov incluido. Tras algunos segundos, su ex jefe contestó preguntando quién era la persona que lo llamaba, sin poder ocultar la inseguridad en su voz. El ruso no respondió de forma directa, sino que lo hizo de forma burlesca, al mismo tiempo que Yakov lo reconocía.

―¿Viktor? ¿Eres tú?

―Así es. ¿Te sorprende mi llamada?

El silencio se extendió por uno segundos antes de que el líder ruso contestara.

―Un poco. A decir verdad, estaba intentando localizarte, pero no he podido.

El ruso alzó una ceja ante esas palabras. Por algún motivo que no entendía, aquello le resultaba divertido.

―¿En serio? Creía que podrías contratar a algún idiota lo suficientemente capaz de localizarnos. Aunque teniendo a Seung-Gil de nuestro lado, no me extraña que cualquier pelmazo que hayas contratado fallara.

―Quiero que nos reunamos para ponerle fin a esta situación. ―las palabras Yakov fueron dichas en un tono tajante.

Viktor ni siquiera se inmutó al oír la demanda del líder ruso. A decir verdad, no podía importarle menos sus pataletas.

―¿Reunirnos para qué? La forma de ponerle fin a esta situación es muy simple: tú mueres y yo recupero a mi familia. Es un buen plan.

―No sabes si lograrás salvarlos. Podrías terminar siendo tú el muerto.