El universo en tu mirada

Capítulo 17

Me gusta el espacio, porque en el espacio no hay problemas ni sentimientos. Y mi problema era que, si me encariñaba con alguien, ambos podíamos terminar con una decepción enorme.

Evitar a toda costa esos ojazos azules cada día, era más complicado, sobre todo cuando seguía en pie ser tu tutor de inglés. Me hubiera encantado decir que tenía el fin de semana ocupado, sin embargo, me la pasaba encerrada en mi habitación viendo películas de ciencia ficción acompañada de comida china contrabandeado por Theo y chocolate caliente por Gus de vez en cuando, hasta la llegada del ajetreado y buen lunes.

—¿Puedo preguntarte algo? —Gus curioseó por un momento mientras vagaba su vista por la habitación.

Tal vez me preguntaría acerca del pequeño desorden que dejé sobre la cama y es que doblar la ropa me tardaba una eternidad, además era propensa a distraerme escribiendo en el diario cuando me venían ideas masivas a la mente con tal de olvidarlas.

—Claro, soy todo oídos.

—¿El tal Park y tú están saliendo? —Su pregunta me pilló por sorpresa y mi única reacción fue soltar una leve risita mientras negaba con la cabeza.

—No, ¿cómo crees, Gus?

—Pero sientes, aunque sea una leve atracción hacia él, ¿no es así? —Me quedé boquiabierta.

—¿Qué te hace pensar eso? ¿A qué quieres llegar con este interrogatorio?

Gus dejó escapar un largo suspiro mientras se alejaba de la puerta para poder llegar a mi lado de la cama y sentarse.

—No lo sé, tal vez estoy asumiendo el papel de...

—Hermano mayor —lo interrumpí con una sonrisa en los labios. Entonces entendí a la perfección lo que estaba sucediendo con esa inquietud y no estaba fuera de lugar que se preocupara—, eres muy atento con lo que tratas de hacer, Gus.

—Entonces, ¿vas a decirme la verdad? Porque yo puedo asegurar que algo se traen, pero es obvio que ambos son muy tímidos para admitirlo.

—No le gusto a Park.

—Sigue creyendo eso. Sé que quiere ir al baile contigo.

—¿Y tú cómo sabes eso?

Gus infló las mejillas evitando reír. Entrecerré los ojos mientras lo miraba fijamente tratando de leer sus pensamientos.

—Tal vez por error te escuché hablar sola mientras pasaba —admitió—. Violet, parece que tienes un megáfono como cuerdas vocales. ¿Entonces? ¿Ya lo invitaste?

—¡No!

Rowan también me hizo la misma pregunta mientras estábamos en uno de los entrenamientos del equipo de natación y tuve que responderle de la misma manera. La verdad es que estaba teniendo un debate dentro de mi cabeza y no era maravilloso.

Lo único que me decía era que, por mi presencia, Park solía distraerse la mayor parte. Había presenciado el momento que el entrenador le llamaba la atención, pero jamás se me vino a la mente que yo era la razón de esas distracciones. Sin darme cuenta, me estaba volviendo paranoica.

¿Será que Park se habrá dado cuenta de que lo miraba?

—Supongo que no tendrá nada de malo si lo haces, es solo un baile, no una cuestión de orgullo —se dirigió a la puerta y antes de salir agregó—: Inténtalo, es mejor arriesgarse.

Las últimas palabras de Gus estuvieron dándome vueltas todo el fin de semana y gran parte del lunes. No iba a admitirlo en su presencia, tenía razón, era solo un baile, una sola noche de diversión con amigos.