Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)

Capítulo 51

Narra Beth

Estaba como muchos otros días en casa aburrida por culpa de Caelus y la ya cansina orden.

Desde que _____ se fue a Hogwarts, he tenido que estar todo el día en casa para asegurarnos de que ningún intruso descubría dónde se encontraba, ya que era el lugar más seguro de reunión. Por ello mis días transcurrían entre ir al trabajo y volver para quedarme encerrada entre las cuatro paredes del apartamento. Si seguía así terminaría por volverme loca.

Intentando tranquilizarme para no perder los nervios, me acerqué hasta el minibar para comprobar que sólo quedaba Ron amargo.

Mal dije mentalmente a Caelus y a Andy por terminar con lo poco que quedaba de Bourbon y Whisky hace dos días.

-Estúpido Black, cuando termine la guerra tendrás que comprarme una caja completa de Bourbon.-Susurré enfadada para después sentarme en mi sofá a degustar el Ron.

Definitivamente era bueno, pero no me terminaba de agradar. Prefería mil veces más el Bourbon. Mentalmente maldecí de nuevo a Caelus para después terminar mi copa.

Con un suspiro, caminé hacia el baño para después desvestirme y entrar a la ducha.

Nanda en el mundo lograba tranquilizarme más que el sentir el contacto del agua caliente con mi piel. Incluso en verano la temperatura debía ser cálida, si no no me llegaba a transmitir tanta paz.

Justo cuando estaba a punto de salir de la ducha, escuché como la puerta de la calle se abría. Seguramente sería o Caelus o Andy para hacerme compañía (ya que no quedaba licor), por lo que tomé una toalla y comencé a secarme sin preocuparme.

Estaba a punto de de salir del baño cuando me di cuenta de que mis chanclas que normalmente me pongo cuando salgo de la ducha no están.

-Andy o Caelus, ¿Puedes traerme mis chanclas de mi habitación? Son rosas y están al lado de la puerta.-Dije en voz alta mientras comenzaba a secarme el pelo.

En ese momento unos pasos se acercaron hasta dónde me encontraba.

-¿No las has visto?-Pregunté algo extrañada para acercarme a la puerta y hechar el cerrojo disimuladamente.

Algo estaba mal. Si hubiese entrado sólo uno de ellos, se habría quejado por confundirle con el otro, y si hubiesen llegado ambos, el piso estaría temblando por sus escandalosas voces discutiendo sobre cualquier tontería. No podían ser ellos.

En ese momento, la puerta comenzó a moverse debido a que quien había irrumpido en mi casa la estaba tratando de abrir por la fuerza, demostrándome que no era un mago.

-Abre de una vez puta zorra.-Dijo una voz masculina al otro lado de la puerta.

Por un momento creí que era él, pero rápidamente recordé que Andy lo había asesinado con ayuda de ______.

-¿Quién eres?-Pregunté buscando mi varita.

-Soy Clay, mi jodido mejor amigo está desaparecido y sé que es cosa tuya. Como no me digas dónde está te juro que aré lo que el no hizo.-Resonó la voz furiosa de la única persona que echaría de menos a ese desgraciado.

-No sé donde está. Llevo meses sin saber de él.-Intenté decir lo más convencida posible mientras me maldecía por haberme separado de mi varita.

-No mientas jodia bruja. Él me lo contó todo y sé que cualquiera de tus amiguitos de los que han estado en tu casa estos días pudo haberlo hecho. Eres una sucia furcia.
-Dijo mientras escuchaba cómo carraspeaba su garganta para después escupir someramente.