Capítulo 3

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Narra Severus.

Me desperté cansado después de mi última reunión con el señor tenebroso. Por más que me cueste admitirlo, es difícil no pensar en _____. Hoy tenía que visitar la celda de Karkarov por petición de Voldemort ya que hacía mucho que no recibía una revisión.

Se encontraba en una celda de piedra oscura. Lo único que disponía allí era una manta raída y sucia además de un bacín que parecía no haber sido usado en tiempo a causa de la deshidratación y la falta de alimento. La celda no poseía ninguna puerta, cosa que era parte de una tortura psicológica que hace años _____ había inventado. La crueldad de esta radicaba en que al no haber puerta, el preso tenía la sensación de poder escapar, cuando ciertamente era imposible. Muchos habían muerto intentando una y otra vez salir ya que pensaban que en algún momento la barrera podría caer.

La apariencia de Karkarov era también sumamente lamentable. Se encontraba en una de las esquinas con su vestimenta hecha andrajos y su larga cabellera y barba totalmente enmarañada. Ya no quedaba nada de ese hombre altivo y sanguinario que vendió a sus camaradas para salvarse de ir a Azkaban.

Al verme su rostro se contrajo de temor, pero cuando pudo reconocerme se puso de rodillas delante mía.

-Por favor, piedad. Si de verdad queda algo humano en ti mátame antes de que _____ siga.

Al escuchar su pútrida voz sólo pude sentir asco. El aspecto que ofrecía era totalmente lamentable, pero si alguien en este mundo podía merecer un trato semejante era él. No en vano fué quien amaestró a su torturadora.

-¿Por qué debería tener piedad contigo? Mereces esto y más.-Respondí con asco.

-Ella te lo ha contado ¿Verdad? Ella te dijo lo que les hice. Por eso no te importa lo que me pase.

Al escuchar sus palabras inyectadas en odio y desesperación me agaché un poco para poder mirarle a los ojos.

-¿A qué te refieres?- Pregunté en tono amenazante.

Al escucharme Karkarov rió y alzó los brazos al cielo, como si acabase de decirle que estaba a punto de liberarle. Sin poder evitarlo fijé mi mirada en su antebrazo izquierdo. Estaba dañado, y la piel donde se supone que debería encontrarse la marca tenebrosa era fina y rosada, como si de una enorme y cuadrada herida mal sanada se tratase. Lo llamativo de la situación era que la propia marca no estaba, no había ningún rastro de ella.

-Me estás diciendo que ella nunca te ha hablado a tí, ese hombre que la ama y en el que confía, nada sobre sus años en Drumstrang.-Dijo con malicia.

-Cuéntamelo.

Ante mis palabras sólo sonrió dejando ver un brillo de maldad en sus ojos.

-Veamos... Me imagino que conocerá la historia de la cicatriz de su brazo... ¿No? Quiero decir, una joven tan apuesta y elegante, por lo general no debería tener su piel marcada, aunque por suerte, apenas se aprecia.

-Si vienes a decirme esa cicatriz se la hizo ella con una daga maldita para salvar a un compañero es tarde. Ya me lo contó.-Dije con suficiencia.

-Oh, no querido Severus, verás. Esa herida no se la hizo para salvar a un compañero, se la hizo para salvar a nuestro querido Alek Krum. Me imagino que le habrá conocido, quiero decir, era su prometido antes de estarlo contigo.-Dijo con una sonrisa cínica.

Intenté mostrarme indiferente, ya que en lo más profundo sentía celos.

-Como si me importase.

Al oír mis palabras se quedó ligeramente desorientado, pero rápidamente volvió a su situación anterior.

-Bueno, entonces me temo que tendré que empezar a contarlo todo desde el principio, ya que ella le ha contado tan poco:

Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)Where stories live. Discover now