Perdonar nunca es fácil (2 temporada de ¿Volver a amar? Snape Y Tú)

(Especial)

Dedicado a: bereveraza100 por cumplir años el mismo día que Rayis, Caelus y yo. Espero que te lo pasaseS bien, Y MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE ME HABEIS FELICITADO Y A LOS QUE ME HABEIS APOYADO CON COMENTARIOS Y VOTOS HASTA AHORA :)

Acababa de llegar a casa después del entierro de Dumbledore, por lo que no tenía ganas de hacer absolutamente nada a pesar de tener un millón de cosas que realizar.

Pesadamente, me dirigí hasta mi despacho y abrí uno de mis cajones, encontrándome con algo que no esperaba que estuviese allí. Era mi album de fotos de cuando era pequeña.

Si poder evitarlo, abrí una de las páginas cualquiera para ver una foto donde se me veía soplando nueve velas, y sin poder evitarlo, comencé a recordar cómo había sido ese día y lo improbable que le resultaría a mi yo de aquel entonces creer qué le sucedería en el futuro.

-...Y que cumplas muchos más!

Esas palabras salieron de los labios de Walburga Black, Regulus, el matrimonio Malfoy y Kreacher.

Estábamos celebrando mi cumpleaños en el número doce de Grimmauld place Ya que según tía Walburga, Caelus no merecía una fiesta por ser un Squibb y no la compartiríamos para no molestar a los invitados. Hace relativamente poco no sabía lo que significaba la palabra "Squibb", aunque cada vez que la nombraba podía ver claramente en su mente el odio y rencor. Sólo conocí claramente su significado cuando en una conversación Regulus me lo contó.

Existían varios palabras que nunca me habían gustado, como "diferente"  "pureza de sangre"  y "sangre sucia" . Desde hace mucho mi padre me enseñó que eran palabras feas y que nunca decían decirse. No obstante, estás palabras, desde su muerte, las estaba escuchando casi a diario.

Seguramente, con el paso del tiempo podría llegar a acostumbrarme a esas feas palabras, pero ver que ese odio era dirigido a mi hermano, hacía que lo único que quisiese era maldecir a todos los presentes.

Sin esperar más, soplé las velas que se encontraban en la tarta de limón y merengue que se encontraba justo delante mía. Era mi favorita, pero no me parecía tan buena si no podía compartirla con mi hermano.

-Felicidades pequeña.-Dijo con una gran sonrisa tia Walburga haciendo aparecer un regalo.

-Lo mismo digo enana, aunque mi regalo no podrás abrirlo hasta estar a solad. Es una sorpresa.-Le siguió Regulus indicándome que mi regalo de cumpleaños era lo que yo quería.

Los Malfoy estaban a punto de hacer lo mismo, pero en ese momento la chimenea estalló en llamas verdes indicándome que alguien había llegado a través de la red flu. 

Al ver la silueta, por unos pocos momentos, creí que podría ser Sirius, que como regalo de cumpleaños nos sacaría de este infierno polvoriento, pero cuando logré ver claramente la silueta me entristecí. Era un hombre de aproximadamente la misma edad de Sirius, pero no se parecía en nada a él. Tenía su cabello de color negro, cayendo a los lados de su rostro, ropas ligeramente desgastadas y una nariz pronunciada. No obstante, lo que más me llamaba la atención de él era que no podía escuchar sus pensamientos. Intenté forzar más mi don, pero me resultaba completamente inútil.