Capítulo 32

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Pero aparte. Noticias de Wesley. Se presentó finalmente. Se declaró. Tuvimos una enorme discución cuando lo rechacé. Y Camila se detuvo, insegura de cómo proceder. No debería armar barullo por esto. Borró la “y”.

Pero ahora está fuera de mi vida. Desafortunadamente, todavía tengo que enfrentar a mis padres por toda esta prueba. Eso no va a ser divertido. Desearía sólo poder olvidarlo. Wesley me dejó el anillo… No sé qué debo hacer con él. No estoy segura de cómo sentir sobre todo. Aunque me siento aliviada, también estoy algo… ¿deprimida? He estado intentando sumergirme en mi arte pero el mundo real sigue interrumpiendo. Supongo que mejorará con el tiempo… ¿verdad? Mm. Eso espero.

Por otra parte, sé lo que quieres decir sobre la cadena TV Guide. Es casi hipnótica. La pantalla fluida… los comentarios a mediodía… los mediums de noche. ¿Quién necesita 300 canales?

Malo que la chica con la que trabajas tenga novia, o te habría dicho que a por ello. ¿Es bonita? Vamos, Laur, tiene que haber alguien que te atraiga. Regresa a ese restaurante e invita a salir a esa chica con el pelo de punta. Parecías encariñada con esa. ;) Bromeo, por supuesto. Las relaciones están sobrevaloradas. Creo que voy a quedarme soltera para siempre.

¿Qué piensas? ¡Eh, podemos estar solteras juntas! Bueno, voy a terminar esta pintura antes de que Dinah llegue a casa. Entonces empezará zapear cadenas y no conseguiré hacer nada.

Tu amiga,

Camila

                                               ~~~~~

Lauren se encontró mirando fijamente el teléfono. Su mirada vagaba del negro receptor a la tarjeta en su mano, y atrás de nuevo. Ya había memorizado el número de teléfono y ni lo había marcado.

No puedo llamarla.

Seguía diciéndose eso, pero la tentación de hacer lo contrario mantenía su mano en el teléfono inalámbrico, su agarre afirmándose como temeroso de soltarlo. Suspirando, miró la hora en el microondas. Por pura suerte, Cece había sido reclamada para alguna cosa u otra. Drama de director. Asunto personal. ¿Quién sabía? Lo único que a Lauren le importaba era el hecho que estaba en casa a las seis de la tarde con nada que hacer excepto mirar anhelantemente el teléfono en su mano.

Necesito tener vida propia. Desesperadamente. El teléfono escogió ese momento para empezar a sonar. Sobresaltada, lo dejó caer. Chocó contra el suelo y se quedó allí. Entonces sonó de nuevo. Lo miró un segundo más antes de cogerlo.

“Jauregui,” dijo, saliendo de la cocina y a la sala, la tarjeta de Camila aún en su mano.

“Lauren, hola.”

Miró al cielo ante el sonido de la voz de su agente. “Liam,” le saludó.

“No esperaba localizarte,” dijo él. “¿Leíste los guiones que te di?”

Lauren inspiró y contó hasta diez. Pacientemente, dijo, “No.”

Liam suspiró pesadamente al otro extremo de la línea. “Quieren respuesta el primero de junio, Lauren. Eres su primera elección pero, si no me das pronto respuesta, tienen opciones de sobra.”

Lauren se mordisqueó el labio inferior. “¿Qué papel?” preguntó.

Él dudó. “Summer’s End,” contestó finalmente. “Elisabeth Doyle.”

Lauren estaba empezando a perder la paciencia. “Te dije que no voy a interpretar una lesbiana.” ¿Cuántas veces tenía para decir algo antes que la gente empezara a escuchar?

“¿Estás diciendo que te gustaría aceptar el papel de robot?” preguntó, un poco esperanzadamente. No era su primera elección, pero era algo.

Su primer impulso fue arrojar el teléfono contra la pared. No quería interpretar un robot. No quería interpretar una lesbiana. Y todo el tema le estaba crispando los nervios. “Liam,” empezó, tan serenamente como pudo, “No quiero ninguno de esos papeles. Consígueme algo que valga la pena y entonces hablaremos.”

“Tienes hasta primero de junio para cambiar de idea,” le informó Liam. “Cuídate, Lauren.”

Airada, Lauren colgó sin otra palabra. Necesito otro agente, decidió, dirigiéndose a la escalera del dormitorio. Mujer. Preferiblemente sexy. Con… Se detuvo a medio pensamiento y dejó caer el teléfono en la cama.No estoy sexualmente frustrada.

Los dos guiones en la mesilla atraparon su mirada y se los quedó mirando. Arrastrándose por el cobertor, alcanzó el que a Liam le estaba provocando un ataque de cólera. Una vez más, contempló la página del título. No hace daño leerlo, decidió. Acomodándose contra las almohadas, abrió por la primera página y empezó a leer.

Dulce Destino - Camren FanficWo Geschichten leben. Entdecke jetzt