—Me parece bien —respondió al cabo de un buen rato.

—Buenas tardes, joven Winston —saludó el portero.

PARK

—Buenas tardes, señor Twice, ya le dije que no tengo ningún problema con que me llame por mi nombre —encogí mis hombros y el señor Twice afirmó. Caminé hacia la puerta principal y la abrí. Mi padre no estaba en casa y Adelaine siempre desaparecía por las tardes.

Los quiero a ambos a pesar de que Adelaine no sea mi madre biológica, la verdad, nunca conocí a mi madre, no que yo recuerde o tal vez sí, pero era solo un bebé. Había fotos de ella guardadas en un álbum dentro de una caja, siempre tuve la curiosidad de saber lo que fue de ella, si falleció o sencillamente se fue un día para no volver. Mi padre veía ese tema como un tabú como algo prohibido de mencionar en casa.

Después de subir las escaleras y llegar a mi habitación dejé mi mochila en la cama para que pudiera cambiarme. Red llegaría en una hora, no teníamos planeado hacer tarea en equipo y tampoco iría a la casa de los tíos de Violet, esa chica me sacaba canas verdes, pero ya sabía la rutina. Me alegraba saber que no era el único en la escuela que podía hablar castellano.

...

—Yo no estoy nervioso —contestó Red. Hablábamos sobre la competencia que sería mañana. Mis nervios estaban al tope, era la primera vez que un torneo de natación se realizaba junto con otras escuelas. ¿Y si perdía? ¿Y si no soy lo bastante rápido? No me gustaría decepcionar a mi padre, a mis amigos... Sé que debía enfocarme en mí mismo y en nadie más, porque se suponía que esto era para divertirse y no hacer un drama.

—Da igual —lo miré— tengo una pregunta que he venido haciéndome desde un largo tiempo.

Abrí el refrigerador mientras hablaba y busqué dos sodas sabía que Red me quitaría mi bebida al momento de abrirla y le pasé una. Era mi mejor amigo desde el jardín de infantes, nuestros padres se conocían por un largo tiempo. Aunque era demasiado parlanchín solía cagarla en momentos inoportunos, qué va, era divertido cuando metíamos la pata.

—¿Qué quieres saber? Soy todo oídos Sullivan —me llevé a los labios la soda y bebí.

—¿Sientes algo por Violet?... ¡Ay, no me jodas Park! —Había escupido mi soda en su rostro. La pregunta me había tomado por sorpresa y estallé a carcajadas. No sentía nada por ella, ni atracción o enamoramiento. Era guapa, sí, pero como les había dicho anteriormente, me sacaba canas verdes.

—¡Lo siento! —Traté de contener mi risa mientras buscaba una servilleta o cualquier otra cosa que sea útil para limpiar—. Toma.

—Menuda mierda Park, al saber que esa sería tu reacción no te hubiera preguntado.

—Ja, no empieces Sullivan, fue tú jodida culpa. Ya.

Red entrecerró los ojos y maldijo.

—¿Entonces?

—No me gusta, Red. Es solo una amiga a la cual ayudo porque no sabe nada de inglés. Me agrada, pero no de esa forma, amigo.

Y él fue quien terminó riéndose.

—¿De qué carajos te ríes? —Le pregunté, su risa era contagiosa.

—Ya sabes Park, cuando dos planetas chocan nacen las estrellas.

—¿Eh? Por favor, explícamelo en nuestro idioma que no entiendo.

—Quiero decir que ustedes dos son como planetas, cada quien, con sus características muy diferentes, pero parecidos a la vez.

Ya me perdí.

»Okey, seré más breve: tú eres un planeta, ella es un planeta, al final ambos se atraerán y al querer juntarse chocarán y de ahí nacerán las estrellas, ósea el verdadero amor.

—Eso es imposible Red, las estrellas nacen en nubes formadas por gas y polvo conocidas como nebulo...

—¡Deja de joder que sabes muy bien a que me refiero!

—¡Ya tranquilo! Dios, ya entendí solo me divertía un poco. Ya te dije, no pasará.

—Nunca digas nunca por qué sé que eso pasará. Tal vez no en una semana o en un mes, pero... solo date la oportunidad.

—¿Qué carajos hiciste con mi amigo Red? ¿Desde cuándo tan... cursi?

—Desde que fui secuestrado por un extraterrestre. Nah, es una broma. —carraspeó—. Me gusta Huffi, pero no tengo el valor de acercarme a ella para invitarla a salir, no sigas mis pasos, amigo o terminarás como yo, triste y cobarde.

Tristi y cibirdi —hice el intento de imitar su voz y por consecuencia me gané un buen golpe en el hombro.

Como dije, Red solo decía cosas sin sentido, no era como si él pudiera predecir el futuro, que es lo que más me daría miedo, ¿o sí?

El universo en tu miradaWhere stories live. Discover now