Akatsuki: Itachi y Kisame

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Narrador yo

Los tres empezaron a seguir su camino tras el pequeño entrenamiento de Karin, que estaba alegre y quería terminar ese ejercicio, a lo que Naruto le dijo que al día siguiente lo podría terminar y que mientras practicara el Kage Bunshin no Jutsu, que eso la ayudaría en su entrenamiento. La Genin simplemente asintió, alegre por aprender jutsus que la ayudarían en batalla.

Jiraiya, como le dijo a Naruto, se unió en su misión, mientras le iba enseñando las bases para realizar el Rasengan, técnica creada por Namikaze Minato, padre de Naruto.

El joven Chuunin iba practicando esa técnica mientras al mismo tiempo, él le enseñaba técnicas a Karin, que iba muy centrada con el Kage Bunshin no Jutsu, ya que quería dominarlo cuanto antes.

El trío llegó a un pueblo en el que había mucha gente. Era el más cercano a Konoha, ya que no hacía mucho que se habían marchado.

Jiraiya:bueno, vosotros buscad un lugar en el que nos podamos hospedar. Yo iré a investigar.

Los chicos asintieron, aunque el Uzumaki no estaba muy convencido con eso de que se iba a investigar.

En un lugar desconocido

Ryū miraba unas hojas buscando algo de información que le fuera útil a su sempai. Había muchas carpetas esparcidas por el escritorio, y ya se estaba cansando. Le dolía la cabeza de tanto leer informes y todo ese tipo de hojas.

El Uzumaki se encontraba buscando una cura para Kaguya Kimimaro,  el quinto miembro del sonido. Era el más fuerte gracias a su extraño Kekkei Genkai y su gran habilidad con el taijutsu. Era realmente un peligro, a menos que fueras una de las personas que arriesgaran su vida en los combates, y él era de esos. No le importaba morir. Era un guerrero al servicio de su sempai y así seguiría. No había nadie que le podría cambiar de lealtades y por eso había abandonado el equipo 11 y a Konoha.

Deja unas hojas más en el enorme montón que había a un lado y suelta un gran suspiro. Desde que se había puesto a investigar la cura para el peliblanco, no había salido de su habitación a menos que el mismo Orochimaru le llamara, y tal vez pronto tendría que abandonarla por un tiempo. Serían a buscar a la única persona que podría curar al Sannin, y el acompañaría obligatoriamente al líder del Sonido y del país del arroz.

Según los últimos informes que habían recibido, la persona que buscaban estaba en Tanzaku, una ciudad que no quedaba muy lejos de una de sus guaridas, así que pronto partirían hacia ese lugar para buscar a dicha persona.

La puerta se abrió con un pequeño chirrido, y una pelirroja ingreso en la oscura habitación.

Tayuya:ya estoy aquí, capullo.

El pelirrojo deja los papeles a un lado y mira a la joven mal hablada. Lleva esa ropa semejante a la del Sannin, pero tiene una buena figura y el gorro de su cabeza no le queda mal.

Ryū:mira que eres poco respetuosa, chica–dice, mientras vuelve a lo suyo, sin prestarle atención a la jo–. ¿Me has traído lo que te pedí?

La pelirroja de ojos chocolate suelta un bufido mientras le lanza una carpeta.

Tayuya:no sé que buscas con esos tíos, pero es tu problema. Yo solo quiero saber que ese eso de que somos familia y todas esas chorradas que sueltas.

Ryū:¿te gustaría casarte y tener hijos?

Tayuya mira al pelirrojo con un ligero rubor en su rostro.

Tayuya:¡¿q-qué d-dices?

Ryū deja la carpeta con el nombre de “Taka” y vuelve la vista a la chica.

Uzumaki Naruto: El Jinchuriki PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora