Pasado

13.8K 1K 626
                                    

- Yo... Veréis... Mate a mi padre por un motivo. ¿Habéis oído hablar del pueblo Hana?

- Sí - contestó Deidara-. Pero no sé su localización.

- Volé ese pueblo por los aires hace dos días -dijo con tranquilidad.

- ¿Lo volaste? ¿Y cómo fue? ¿Grande, rápida, violenta? -preguntó Deidara con emoción. Los demás le miraron un poco sorprendidos.

- Sí. Fue por venganza.

Excepto Deidara, todos miraron a Sakura con preocupación. La pequeña estaba un poco nerviosa. Todos le estaban mirando con mucho interés.

- Akatsuki no se mete en el pasado de sus miembros -dijo Pain dandose cuenta de la dificultad para hablar que tenía la pequeña niña-. No tienes que contar nada más.

- Hai -dijo bajando la cabeza un poco aliviada.

- Ve a descansar -le dijo Pain-. Se acabo la reunión.

Sakura se fue a la habitación y Konan la acompañó. Se mantuvo un silencio sepulcral. No sabían de que hablar y la pequeña había recordado cosas que le gustaría olvidar.

- Pequeña, ¿estás bien? -le preguntó de forma fraternal.

- Sí. Es solo que...

- ¿Qué ocurre? Puedes decírme todo todo lo que necesites, de chica a chica -le apoyó Konan mientras abría la puerta de la nueva habitación de Sakura y le dedicaba una sonrisa.

- Esto... Konan-san... -le llamó.

- ¿Sí? -miró a la niña con curiosidad.

- ¿Puedes quedarte conmigo esta noche? -le preguntó.

- Vamos adentro -le contestó con una sonrisa.

Sakura y Konan se acostaron juntas en la cama. La pequeña estaba abrazada a Konan como si la fuera a perder para siempre. Y Konan estaba disfrutando el momento embelesada por la lindura de tener a tal cosita abrazada a ella.

- Konan-san... Lo siento...

- ¿Por qué dices eso? -preguntó la Akatsuki extrañada.

- Porque antes manche tu capa.

- No te preocupes por eso. Esta bien que llores. Pero, ¿por qué llorabas?

- ¿De verdad quieres que te lo muestre? -le preguntó con los ojos inundados por las lágrimas.

- N-No te preocupes si no quieres -contestó la peli-azul al ver que iba a llorar.

Sakura activó el... ¿Sharingan? Y no uno cualquiera, el de tres aspas. Konan sabía más o menos lo que eso significaba... dolor.

- ¿Cómo lo-

No le dio tiempo a terminar de hablar. La pequeña la había metido en un genjutsu.

Dentro de él, se podía ver una gran aldea. Muy bonita a su parecer... Hasta que empezaron a salir personas de sus casas. Todos sin excepción, miraban mal a ¿Konan? Sí, supuso que lo que estaba viendo era lo que la pequeña había vivido.

Siguió caminando. Las personas le miraban con malos ojos. También le tiraban de vez en cuando, piedras o le empujaban. Cuando llegó a una casa, se pudo ver una gran puerta de madera con el símbolo del Clan Haruno.

- ¿Qué es esto? -preguntó Konan.

- Es mi vida. Mis memorias -dijo la pequeña apareciendo a su lado-. Lo que viene ahora fue la primera vez -dijo temblando y tomando la mano de la peli-azul.

El Cerezo De AkatsukiWhere stories live. Discover now