46

85 10 2
                                    

—Me tengo que ir—me despedí de Azul.

—Hasta luego, estaré en contacto por cualquier problema que haya—habla.

—Ok—hable.

Nade hasta llegar arriba del mar. No había nadie solo se veía el bosque árboles y más árboles. Nade hasta llegar a la orilla. Salí. Después de 2 minutos mi aleta desapareció. Dejando a mi vista mis dos piernas. Lo bueno que traje ropa de cambio. Me la puse y agarre mi teléfono. Pase el bosque hasta llegar al auto. Me subí. Maneje hasta que llegue al palacio. Pude ver a Dimitri muy molesto.

-     Que sucede—pregunte.

-     Que es lo que te sucede a ti, te vas y sin decir a dónde—grita enojado.

-     Tranquilo solo fui al mar—exclamé.

-     Ese es el maldito problema, te vas sin decir a dónde, no sabes lo preocupado que estaba por ti. Tengo miedo que un di de estos te vayas y no vuelvas regresar a mi lado, eres todo para mí. No quiero perderte por nada en el mundo. Entiéndeme que desde que sales de aquí no estoy calmado hasta poder volver esos ojos mieles tu cabello rojizo,  tú rostro de porcelana.–Jala su cabello de frustración. Voltea a verme a los ojos, se encuentran apagados.

He estado pensando tanto en mi que olvide a Dimitri por completo. Todo gira alrededor de mi. Y de el que, no hemos pasado días juntos donde platiquemos y convivamos  solo los dos. No le e dicho lo mucho que lo quiero lo importante que es para mi. Logró sentir sus sentimientos la ira el enojo de no saber qué hacer. Sé que mi muerte está por llegar y lo menos que puedo hacer es vivir lo poco que me queda con el. No me gusta verlo apagado y roto por dentro por mi culpa. Necesito sentirlo cerca de mi que se sienta seguro del amor que le tengo. Que sepa que lo quiero y que nadie ocupara su lugar.

-     Tienes razón—dije decidida—pienso en mi misma sin ver el dolor en ti. Me he olvidado de nuestra relación no hemos estado juntos ningún día. No te he demostrado lo mucho que te quiero, lo eres todo para mí Dimitri.
Toco su rostro y doy suaves caricias.

-     Te quiero amor mío—me da un pico.

-     Y yo a ti cariño—sonrió.

-     Que te parece si salimos hoy en la noche—propone.

-     Acepto—sonreí.

(....)

-     Mierda—suspiro.

Estoy checando en el closet que ponerme pero todo lo que tengo no me gusta. La habitación está hecha un desastre. La puerta se escucha abrir.

-     Wow que sucedió aquí—preguntó asombrado Dimitri.

-     No busco que ponerme—sonreí triste.

Se acerca a mi. Me abraza y me da un pequeño beso en mi frente.

-     Cualquier cosa que uses se te verá bien. Eres muy hermosa—susurra en mi oído.

Se va de la habitación. Dejándome sola. Tal vez es hora de tener confianza en mi.

Sigo buscando la ropa ideal hasta que encuentro un hermosos vestido. Lo dejó tendido sobre la cama. Entro al baño me despojo de mi ropa y me doy una corta ducha. Al terminar salgo con una toalla enredada en mi cuerpo. Pongo mi ropa interior, luego mi vestido de manga larga ceñido a mi cuerpo color blanco.

Híbrida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora