33

119 13 0
                                    

Desperté de muy malas ganas, estuvimos explorando todo Bahamas que nos acostamos a dormir tarde, me miró en el espejo mis ojos tienen unas ojeras terribles, mi cabello parecía un nido de pájaros estaba terrible, lave mi rostro cepille mis dientes y agarre mi cabello en una cola alta, al mirarme de nuevo en el espejo, ya no me veía tan mal, solo mis ojeras se seguían viendo, cerré mis ojos suspirando y cuando los abrí, ¡No puede ser! Mis ojeras habían desaparecido.

Era hora de despertar a las chicas.

-Ah despertar-grite.

Lo único que logre ocasionar es que las dos cayeran al piso por el gran susto del grito.

-Maldita seas Dalí-refunño Sáhara.

-Ah despertar, hay que alistarnos para regresar-indique.

Con muy malas ganas se levantaron, ahora solo faltaban los chicos.

Salí de nuestra habitación y camine al de ellos no estaba tan lejos, solo estaba separado por dos habitaciones de más. Al llegar toque la puerta, después de 5 minutos abrió Iñaki.

-Buenos días-grite fuerte.

Ninguno se había despertado seguían durmiendo.

-Auch-me quejé Eathen me lanzo una almohada a mi cara. Eleve la almohada y se la aventé de nuevo. Creo que eso de la elevación ya lo puedo controlar muy bien.

-Hey-se quejó.

-Te lo merecías-me burle-hora de alistarse en unas horas nos vamos y si no están listos los dejamos aquí-amenaze.

Me acerque a Dave que en todo momento se encontró callado.

-Buenos días hermano-susurre.

Le di un beso en su mejilla. Lo cual le saco una sonrisa. Igual lo hice con Eathen y con Dimitri pero con el fue distinto fue un beso en sus labios.

-Ya están advertidos-los señale.

Estaba a punto de salir del cuarto cuando escuche a Iñaki.

-Vaya Dalia si que los controla-se burlo.

Antes de que cerrara la puerta puse mi pie para que no cerrará. Entre moví mis manos hacia delante, haciendo que Iñaki volara para atrás cerro sus ojos esperando el impacto pero nunca llegó.

-Que dijiste-hable.

-No nada-se excusó.

-Ok eso pensé-me burle.

Deje caer su cuerpo al piso.

-Ahora si ya me voy-volvi a gritar.

(....)

-¡Apúrense!-grite a los chicos.

Resultó ser que Iñaki ya había comprado los boletos de regreso pero el muy imbecil se le olvido decirnos a nosotros y como si fuera poco ellos se tardaron demasiado, estamos a punto de perder el maldito viaje.

-Ya vamos-gritaron.

Subimos al auto y Eathen manejo rápido hasta que por fin llegamos al aeropuerto.

Pasajeros con destino a San Rivero su vuelo saldrá en 5 minutos.

Corrimos todo lo que podíamos, por suerte logramos subir a tiempo, esta vez me tocó con Dave, a Dimitri no le agradó la idea pero terminó aceptando.

Híbrida Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt