¡Maldita sea, te amo! © (Duología Amor #1) [Nueva versión]

33.Ayuda

(N/a: este capítulo contiene contenido explícito, leer bajo su responsabilidad.)

"Hay una historia detrás de cada persona.
Hay una razón de por qué son lo que son.
No es tan sólo porque ellos lo quieren.
Algo en el pasado los ha hecho así y algunas veces es imposible cambiarlos"—Sigmund Freud.

33.Ayuda
Estados Unidos, California.
27 de Noviembre de 2019
Alisson

Siento a Theo tensarse, la calentura del momento desaparece en un abrir y cerrar de ojos, puedo ver como mi labial esta esparcido en su rostro, dejando en evidencia lo que hacíamos en la cocina minutos antes.

—Vaya vaya, mira a quienes tenemos aquí. —detrás de Twan aparecen unos hombres vestidos de negro—Veo que estás divirtiéndote Alisson, me alegra que salgas de ese lugar eres bastante extrañable. —hace una seña con su cabeza y puedo ver como aquellos hombres se acercan a Theo, me aferro más fuerte a él.

—No. —susurró atemorizada, ni siquiera sé si me voz se escucha—No le hagas daño Twan, esto es entre nosotros. —imploró, en un forcejeo los mastodontes logran separarlo de mí—Twan, llévame a mi, Theo no tiene nada que hacer aquí. —es un intento en vano, ya que Theo sigue preso de aquellos hombres.

Lo veo acercarse a mi y me pongo rígida, de fondo se escucha a Theo queriendo safarse de quienes lo alejaron de mi. Cada paso que Twan da es una condena, con cada paso de él recuerdos y traumas se van desbloqueando, como si de algún juego se tratase y la protagonista que sería yo, es acorralada hasta sentirse asfixiada por un fantasma del pasado. Así me siento.

—Ay bonita, no es a él quien venimos a buscar, no le haremos daño. —habla mientras el coloca una mano en mi muslo, eso causa que la bilis suba a mi garganta—Pero mira no más, en la posición exacta para que disfrutes con alguien que vale la pena, como lo hiciste en el pasado. —mis ojos se amenazan con soltar lágrimas, mis manos comenzaban a temblar sin control, detrás de mi marco el número de Thomas desesperada, realmente esperaba que atendiese, sino estábamos perdidos.

Siento su mano subir, susurros tembloroso salen de mis labios, incoherencias, mi cuerpo no deja de temblar, me mantengo estática, las lágrimas corren por mis mejillas, quiero gritar pero me siento enmudecida.

—Por favor, no, no de nuevo —le ruego, mientras con su mano sube mi vestido déjame en  bragas rojas de encaje, mi cuerpo tiembla del miedo, creo que comienzo a perder la cordura en algún punto, queriendo que sea solo una pesadilla.

—Suéltala, aléjate de ella. —escucho la furiosa voz de Theo, lo observo su mirada esta en llamas, la mía seguramente estaba apagada, intento mantenerme firme mientras lo observo, él se remueve sin descanso de quienes lo tenían preso.

—¿Acaso es tu príncipe de brillante armadura? —me pregunta irónicamente, él realmente desea que responda, su mano se dirige a mis bragas.

—No, no lo es. —respondo interrumpiendo su acción, saco fuerzas y con mi tacón de una pulgada le pego en sus estómago.

Aprovechando que se encuentra de cuclillas, me alejo, bajándome de la isla y me pego a la pared, pongo mi móvil en mi oreja y escucho a Thomas decir mi nombre desesperado, me pregunta donde estoy a lo que respondo, entre temblores y tartamudeos, que me encuentro en al cocina. Jesse se acerca a mi con una sonrisa torcida, mi cuerpo tiembla cuando de forma agresiva su mano va a parar a mi cuello y me eleva estampando mi cabeza contra la pared, me quita el aire, ya que ejerce presión, intento apartarlo, él realmente me va a matar y su sonrisa de satisfacción me lo deja saber.