15.Nunca cambiaras

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"Complicar lo sencillo lo puede hacer cualquiera, pero hacer que lo complicado sea sencillo, tremendamente sencillo, eso es creatividad"-Charles Mingus.

15.Nunca cambiaras.
Estados Unidos, California.
28 de Octubre de 2019
Alisson


  Sentí como Theo me dejaba con suavidad sobre la camilla, abrí los ojos, después de todo no había muerto a causa de una intoxicación, solo fue el analgésico y que me había descompensado unos segundos, más la sorpresa y el susto de verlo, aunque lo más seguro es que haya sido parte de mi imaginación o lo confundí con alguien más.

  De todas formas si fuese él, es cierto que se atrevería a venir cuando apenas me estaba recuperando o en mi momento más débil, así funcionaba.

—Esto es tu culpa —masculló Theo con los dientes apretados, sus manos se convirtieron en puños, elevé mi vista hacia el punto que él observaba.

  Thomas estaba en shock no reaccionaba, se encontraba como una estatua, no modulaba palabra, solo me observaba, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que cruzamos palabras. A diferencia de Theo, el cual tenía la respiración agitada, los nudillos estaba blancos y la vena de su cuello parecía que en cualquier momento estallaría.

—Alisson, yo lo siento mucho. —su voz, Thomas cambió, la pubertad hizo efecto, bajé la vista, aún me dolía, él todavía me dolía.

—Deja de ser tan inútil, ve a buscar un doctor para Alisson. —la voz de Theo salió tajante y fría.

—Está bien. —susurró para desaparece como flash por la puerta de la habitación.

  Volvió a mi lado y tomo mi mano entrelazando nuestros dedos, con su pulgar me proporcionaba pequeñas caricias.

—Bonita. —susurró no logro que lo observase—Nena, solo por favor. —volvió a susurrar, pero esta vez en mi oído—Nena no sabes como me duele verte así —no pude evitar suspirar—Si tan solo supieras la verdad, todo lo que tú me estás a causando. —él se estaba confesando nuevamente, pero de cierta forma había algo en mi interior que no me dejaba créele, doblegarme, si bien lo había besado, no podía ceder.

—Theo, no está bien, lo nuestro no está bien. —susurré, elevé mi  rostro y ahí estaba él todavía con los ojos cerrados, inmerso en su mundo, lentamente se alejó de mi.

—Si lo está, lo haremos funcionar si así lo quieres, pero sé muy bien que lo nuestro si está bien. —había desesperación en su voz, parecía delirar con mi negativa.

—No, no. —intente levantarme pero fue más rápido y volvió a recostarme.

—Nena quédate aquí, solo hasta que venga el doctor.

  Preferí mantener mi distancia y mi silencio, no quería forzarme ni física ni mentalmente, no era el momento.

—Tan solo una oportunidad más, prometo hacer las cosas bien esta vez, no me dejes ir. —cerró los ojos, parecía quebrarse.

—Theo...—susurré cuando él me dio la espalda.

—¿Si?

¡Maldita sea, te amo!  © (Duología Amor #1)  [Nueva versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora