¡Maldita sea, te amo! © (Duología Amor #1) [Nueva versión]

22.Te necesito

—Al grano Carter, estoy en apuros. —suelto borde, cosa que nunca había hecho con él.

—Mira, a mi me hablas bien, ¿oíste? —suelta medio enfadado—. Y creo que para la próxima ni te visito idiota. —habla haciendo que lo logre imaginar rodando los ojos.

Detuve mi paso abruptamente—Estoy en el hospital Warren, vente rápido. —sin esperar su respuesta cuelgo.

  Enfocó mi vista y logró divisar dos parejas abrazadas llorando, así que optó por acércame, logrando confirmar que se trataba de los padres de Alisson y Ely con Thomas.

—Elizabeth , ¿puedo hablar contigo? —hablo de manera distante.

  Ella se da vuelta, extrañada por la manera en la que me referí a su persona, pero después de ver a Alisson en ese estado mi corazón se enfrió con todo lo de mi alrededor, lo único que me nacía era hablar de forma distante y fría. Aunque también forma parte de mi ese destello de ira por moler a golpes a ese idiota de Twan, a Jesse y a mi mismo.

—¿Qué sucede Theo? —me mira de forma determinante e intenta analizarme, pero se rinde cuando ve que no hay una pizca de sentimiento en mi.

—Carter esta en la ciudad, viene en camino. —suelto rápidamente.

—Carter, ¿Carter Weekes? —pregunta y asiento en respuesta—. Bonito momento para que aparezca —dice de forma irónica.

  Digamos que Cárter en una época llevaba un pequeño, intenso, enamoramiento por Beth, pero ella pasaba de él, cosa que lograba cabrearlo volviéndose pesado, hasta que un día ella nunca más le dirigió la palabra más allá de lo educado.

—Por cierto ahí viene. —señala con su cabeza y me giro para encontrarme con mi mejor amigo, ese pelingro y bronceado de metro ochenta que se veía bastante desorientando.

—Carter, oye, aquí. —llamo su atención de manera ostil, me encontraba tapando a Elizabeth por mi altura y ancho de cuerpo.

—Cara de mierda —me saluda tan efusivamente como siempre. Pero este se ve interrumpido por una voz.

—Beth, amor, ¿está todo en orden? —si, la voz es la de Thomas que se había acercado a ver si ella estaba en buenas condiciones, ya que hacía un rato se encontraba llorando desconsoladamente.

—Si, tranquilo Thom. —expresa con una sonrisa de boba enamorada y él no se le queda atrás, mientras la abraza con todo el amor que hace años se tienen.

  No voy a negar que me entro un poco de envidia verlos de aquella manera, rápidamente me obligue a borrar ese pensamiento de mi cabeza, ya que Alisson apenas y querría verme, ella no se visualiza de esa manera conmigo, solo porque en pocas palabras, me debe odiar, y porque nunca podremos ser eso, no somos libres.

—Elizabeth. —suelta en un susurro Carter—Estás hermosa —ese comentario logra que Thomas sonría y Beth ruede los ojos.

—¿Por que no me avisaste que venías?—le pregunto a mi mejor amigo—. No me malinterpretes, me alegra verte solo que me agarraste en una situación un tanto complicada. —le confieso soltando un suspiro mientras pasó mis manos por todo mi rostro frustrado.

—Si contestaras mis llamadas o mensajes sabrías la gran noticia. —expresa con una gran sonrisa en sus labios, frunzo el ceño en forma de respuesta—Cara de mierda me mudo aquí —y con eso dicho me abraza de la misma manera efusiva que antes.

  Me separo de él, y lo miro, él no sabe nada de todo el lío de cosas que traigo en mi vida actualmente.

—¿Por qué estás en un hospital? —pregunta de manera inocente, no lo culpo él no sabe realmente nada.

—Nuestra mejor amiga está internada —responde Thomas dándome una mirada rápida al ver que me quede callado.

—¿Pasó algo grave? —me observa de manera penetrante, el chico tiene unos ojos chocolate que logran sacarle información a quien sea.

—Si, —suelto secamente y me muevo de mi lugar—Carter, hay cosas que no sabes de esta chica, no la conoces, te la voy a presentar. —en mi mente ruego que ella salga de esta con todas mis fuerzas, porque me desplomaría si pierdo a alguien más—Cuando se recupere, tienes que ser lo más suave, no te le insinúes, porque soy capaz de matarte. —no me había dado cuenta que estaba tan cerca de él hasta que Beth me toma por el antebrazo, y me hace volver a la realidad.

  Es ahí cuando me separo, cuando a lo lejos lo veo, cuando mi ser desprende chispas de ira, cuando me nublo y solo lo veo, a él, a Jesse.

  Se encontraba con una sonrisa triunfante, y una ceja arqueada observando el lugar.

—Pedazo de mierda. —susurro con los dientes rechinando, tan así que pensaba que iban a gastarse.

  Todos me miran cuando expreso esas tres palabras, y dirigen su vista hacia donde yo observaba.

—¡Mierda, no Theo, no! —grita Ely, pero ya era demasiado tarde porque me acercaba a paso apresurado y seguro a ese idiota.

  Cuando menos se lo espero, lo había estampado contra una de las paredes del hospital y mi mano se encontraba en su cuello.

—¿Piensas matarme? —ríe como desquiciado y eso logra que apreté más mi agarre, él ya se encontraba intentando separarse de mi—. Oh va...vamos, s...sé que no puedes ma...matarme. —no sé de donde surge tanta fuerza pero mi mano aprieta más.

—Vaya, vaya. —escucho una voz a mis espaldas y también las pisadas a lo lejos—Pero si es el mismísimo Theo Garrix. —aprieto mucho más fuerte el agarre en Jesse que empieza a ponerse rojo por la falta de aire y observo de soslayo a quien habla, no lo reconocía de nada, no sabía quien era.

»—Un gusto, al fin poder conocer al inútil que me robó a mi chica, soy Twan, Twan Garner.

Nada que decir al respecto, buena semana.

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FN.