El abogado turbio (R#5)

109. Buscando un papá (5/7)

Amelia

La exesposa de Carter me mira confusa cuando saco mi libreta junto con mi lapicera. No es para menos ¿Quién hace tal cosa? Pues solo yo.

―Amelia Odonnell, reconocida psicóloga no solo en Argentina, sino en el extranjero ―me presento ―y si me permites, tengo una extraña costumbre cuando veo a alguien por primera vez.

Analizar a las personas.

―¿Disculpa? ―Levanta una ceja y retrocede ―A mí no me analices ―expresa indignada.

Me pongo a escribir y leer en voz alta al mismo tiempo.

―"Crista Ricoy, tiene complejo de superioridad, aunque al parecer por lo poco que he visto, es para ocultar altas emociones y al ver como recrimina a sus empleados, es claro que tiene un bajo autoestima, el cual sube, burlándose de los demás. En conclusión: Necesita terapia de grupo".

Veo su cara de furia y sonrío.

―Te destruiré ―Su mandíbula se tensa ―. Odio a todo tipo de maldito psicoanalista ¡Y además! ―Levanta el dedo ―No puedes saber todo eso a simple vista.

Amplio mi sonrisa y guardo mi libreta estando satisfecha. La tengo justo donde quería. Voy a redoblar mi apuesta.

―Te he visto en la tele y no he estudiando por nada, sé perfectamente lo que necesitas, confianza.

―¡No digas estupideces! ―Mueve la mano ―¡¿Por qué has venido aquí?!

Giro alrededor como antes se burlo ella de mí y me detengo mirándola a los ojos.

―Aún no he terminado ―Abre su boca y no me responde. La he dejado muda ―. Así que... necesitas practicar tu amabilidad.

―Soy Crista Ricoy ―Sonríe con orgullo ―, no necesito tales cosas ―Mueve sus cabellos rubios con su mano.

―¿No? Quizás, pero por ejemplo, puede que un día necesites alguna vez la ayuda de ese empleado que despediste y él no te brindará su mano.

―¡No me des consejos morales! ―se queja ―¡Y ya vete de mi empresa si no quieres que llame a seguridad! ―me grita.

―Dejaré de analizarte, si me ayudas con lo que en realidad vine a hacer aquí.

La tensión que había en su rostro se afloja y de repente sonríe.

―Bien, jugado. Habla ―exige.

La sensación de poder le ha regresado, pero es obvio que volverá a enojarse cuando le diga porqué vine. Espero que mi amenaza de análisis vuelva a funcionar.

―Estoy buscando a Carter Elek, tu exesposo, alguien me dijo que tú sabrías a dónde iría cuando está dolido.

Respira profundo ante la mención de su nombre.

―¿Carter? ―Baja la vista molesta ―No te diré nada de Carter ―expresa decidida.

De repente, Crista se sobresalta y no entiendo por qué, hasta que oigo una voz detrás de mí.

―Carter Elek.

Es un tono inglés y uno que irradia enojo. Me giro y visualizo un intenso verde, tan parecido al de Carter que impresiona. Entonces me doy cuenta.

El marido de Crista Ricoy está frente a mí. David Lovelace.