El abogado turbio (R#5)

25. Niño maltratado

Carter 

Niñez...

Quedo tildado, mirando como mi papá se besa con otra mujer que no es mi mami, hasta que se percatan de mi presencia. La mujer me mira mal y él se me acerca de una manera intimidante.

Tengo miedo.

―Mocoso ―dice y me tira del cabello con fuerza ―ni te atrevas a hablar ¡¿Me oíste?! ―me grita y yo solo lloro.

―¡Me duele! ―exclamo lo que siento mientras me arrastra a mi cuarto ―¡Me duele! ―Forcejeo pero él es más grande que yo ―¡Papá, no! ―Me tira adentro y cierra la puerta con llave como siempre ―¡No le diré, no le diré! ―Continúo sollozando y empujo, intentando abrir, pero es obvio que me quedaré aquí dentro y nadie vendrá a buscarme.

Quiero abrazar a mi perra, pero la ataron en el patio por defenderme la última vez.

Lloro y no dejo de llorar, me comporto como lo que dice la tele, un niño maltratado, pero no quiero ser más eso.

Pronto me llenaré de rencor.

Actualidad...

Traigo el botiquín, y mojo el algodón, para luego apoyarlo en la zona afectada de su nariz. Amelia me mira callada, mientras se encuentra sentada en la silla de en frente de mi escritorio y yo puse una al lado de la suya.

―Vine a... disculparme, y terminas siendo tú el que se comporta amable ―decide hablar y me río.

―La verdad, mi enojo ha desaparecido, raro pero cierto ―Sonrío ampliamente.

Sus mejillas se llenan de ese rubor tan específico de ella, que puedo deleitarme otra vez con este.

―De igual forma quería disculparme.

―Ya no importa, además tu presencia es mucho más que una disculpa, es una alegría ―Apoyo las cosas sobre la mesa y me acerco a su rostro ―. No pude dejar de pensar en ti en toda la noche.

―¿Qué dices? ―Se sorprende.

―Ciertamente, en vez de rencor, tenía miedo de que no volvieras y tener que extrañar tus labios, me atormentaba.

Se ríe.

―Abogado ¿Otra vez está intentando seducirme?

―Creo que sí ―Agarro sus mejillas y uno sus labios con los míos.

La sensación rara que se apodera de mí, va en aumento y creo que ya no la puedo detener.