El abogado turbio (R#5)

83. Bomba de tiempo

Carter

Le quito la libreta a Amy y me río cuando no logra recuperarla. Me comporto como un niño, cuando me quejo de que ella no está insistiendo conmigo. Me molesta, estoy irritado, parecen caprichos. Luego me entra curiosidad e insisto.

―¿Qué es lo que te tiene tan ocupada?

Se pone nerviosa.

―Pues... Anahí.

Ruedo los ojos.

―Pues ve con ella ¿Qué tengo que ver yo con tu curiosidad?

―Nada, tengo que hablar con ella, pero me has dicho que está inconsciente ―aclara.

―Así es.

―Por el embarazo ―afirma pero yo asiento ―¿Y te molesta?

―¿Por qué iba a molestarme? ―Levanto una ceja.

―Ya dije, enviada ¿Cómo se llamaba tu hija?

Me sobresalto.

―¿A qué viene esa pregunta?

―Nada, olvídalo ―Agita la mano ―. Devuélveme la libreta.

―No ―Poso el pequeño anotador sobre mi boca y ella se sonroja. Yo sonrío ―¿En qué estás pensando?

―Nada ―dice nerviosa.

―¿Quieres comerme?

―¡¿Qué?! ―Se sorprende y su rubor aumenta.

Me doy vuelta.

―Lástima, no hay más para ti.

Camino en la dirección contraria a ella, sin embargo empezamos otra vez y continúo alegre porque me sigue. Que mal que estoy. Me giro y frunzo el ceño.

―¿Qué quieres?

―Eh... mm... ―Baja la vista ―nada.

Ladeo la cabeza.

―¿Nada? Que aburrida. Tantas preguntas de bebés, pensé que querías tener un hijo conmigo ―Sonrío y me burlo ―. Que pervertida. Seguro, tus óvulos deben estar tan secos, llenos de traición ―Emana el odio dentro de mí ―que ya deben estar re podridos.

Su boca se abre en grande y me mira con indignación. No sabe que decir. Frunce el ceño y no fórmula palabra.

Vuelvo a hablar.

―¿Te deje muda? ―Intento irme nuevamente ―¡A ver si ahora dejas de seguirme! ―Agarra mi chaqueta y logra frenarme ―¿Y ahora qué?

―Admítelo Carter ―Me empuja contra la pared ―, te mueres por besarme.

Inconscientemente me muerdo el labio inferior cuando dice aquello. Esto es una bomba de tiempo. Sabía que debía evitarla.