94. Vivir en la decepción

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Carter

Entro rápido a la ducha, sintiendo la presión en mi pecho. Siento que no puedo respirar. Giro la perilla del agua y dejo que caiga sobre mi cabeza.

La sensación angustiante me ataca, no puedo evitarla. El agua no apacigua el dolor, es una pérdida de tiempo. De igual forma me mantengo un buen rato, dejando que las gotas caigan sobre mí y luego salgo de la ducha.

Agarro el toallón y comienzo a secarme. Suspiro y me dispongo a salir del baño.

Empiezo a vestirme y Amy hace lo mismo, aunque se apresura en ello. Luego se pone delante de mí y me mira con preocupación.

―Carter...

―¿Qué? ―exclamo arisco.

―Lo siento, yo no quise...

―No te disculpes ―le aclaro ―más bien, olvídalo. Eso fue patético y si me permites...

―No ―me interrumpe ―, no es patético, es lo que sientes.

Ruedo los ojos.

―Como sea, déjame pasar ―Le hago una señal con la mano ―, me quiero ir ―agrego.

―Estás huyendo.

Frunzo el ceño.

―Te dije que no me psicoanálices.

―Solo quiero explicarte, que lo que sientes no es malo, ni mucho menos patético.

―No quiero tu explicación de psicóloga, prefiero vivir en la ignorancia, gracias ―Sonrío de manera cínica.

―Eso te acumula estrés, no es bueno dejarse todo adentro ―Continúa y la sensación de malestar vuelve.

―Muévete de en medio, Amelia.

―Escúchame...

―¡No quiero escucharte! ―grito y siento que mi voz regresa a quebrarse ―No quiero una nueva decepción... solo quiero, llegar a mi casa, tomar un buen vino y olvidarme de esta idea absurda... tienes razón, esto solo es un juego y ya se acabo ―Mi mandíbula se tensa.

―Carter, entiendo la inseguridad que sientes ¿No es por eso que me lo contaste?

―¿Entender? ―exclamo indignado ―¿Qué entiendes tú? No sabes nada... ―Siento el dolor en mi garganta y mis ojos que comienzan a humedecer ―¿Qué sabes tú de mí? Nadie sabe nada de mí... ―Una lágrima se escapa por mi ojo y la limpio rápidamente ―él mundo se jacta de saber quién soy y en realidad dicen estupideces ―Me voy a morir por dentro, pero estoy explotando ―¡¿Acaso saben lo que es tener un padre golpeador?! Que buscas desesperadamente su cariño pero lo que recibes es un golpe... ―Todas las lágrimas caen sobre mi rostro ―¿Saben que es esperar que una madre te felicite? Que ni siquiera se gire a mirarte ―Me escucha detenidamente ―. Me creen tan insensible, que escriben en sus asquerosos artículos, que yo no quería a mi hija... inventando cosas horribles, como que fui el culpable de su muerte... ¿Que clase de monstruo creen que soy? No soy un asesino, mucho menos el de mi hija.

―Carter...

―Y tú, tú no me hables ―la interrumpo aún llorando como bobo ―. Tú eres la decepción de mi vida... ―Miro hacia un costado y siento mi agitación ―no tengo más que decir, ya está, ya hablé... ganaste, ahora déjame pasar ―Me sobresalto cuando me abraza ―¿Qué estás...? Amelia, suéltame.

―Tienes razón, no sé nada, pero quiero saberlo todo.

No sé que salta en mí, pero creo que es el sonido de mi corazón acelerarse. Tan pocas palabras y a la vez, llega más alivio del que se podría imaginar.
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Curiosidad: Cuando escribí este capítulo casi lloré 😢

El abogado turbio (R#5)Where stories live. Discover now