El abogado turbio (R#5)

60. Seduciéndome

Amelia

Entro a hurtadillas a su oficina, busco en todos los cajones, no lo encuentro.

¡Maldición!

Me sobresalto cuando se enciende la luz y me giro visualizando eso ojos verdes, junto con su hermosa sonrisa.

―La próxima vez que te escapes así, te seguiré ―me advierte y camina hasta mí ―¿Qué estás haciendo?

―Nada ―digo nerviosa.

―¿Qué estás ocultando? ―Me agarra de la cintura ―¿Por qué sufres Amy? ―expresa preocupado ―¿Qué ibas a decirme ayer?

―¡Te dije que nada! ―Forcejeo.

Se lo piensa.

―¿Qué estabas buscando?

―El... el documento ¿Me lo das? ―Bajo la vista nerviosa.

―No ―expresa directo.

―¡¿Por qué?! ―Me altero.

―Porque es lo único que te hace venir hasta aquí, obvio ―Besa mi cuello ―. Una prueba de que soy tu asesor legal.

―Deja de estar seduciéndome y dámelo ―Intento apartarlo.

―Hagamos el amor ―susurra en mi oído.

¡Uf! Este es un calentón en potencia.