El abogado turbio (R#5)

91. Chica provocativa

Amelia

He hablado con Anahí sobre el asunto de Elías, me lo confirmo, pero insiste en no ceder. No puedo meterme más en el tema, no me concierne. Quizás Andrew cuando despierte la haga recapacitar.

Me pongo unas medias largas y una pollera cortita, mirándome en el espejo de mi casa ¿Esto es lo bastante provocativo? No sé. Abro el botón de mi escote y ahora estoy más de acuerdo con lo que busco.

Agarro mi cartera cuando oigo la bocina y vuelvo a revisar mi maquillaje antes de salir de mi departamento.

Baja la ventanilla de su coche y me mira de arriba abajo, se relame los labios antes de pronunciar sonido.

―Mejor que esa noche, aunque esta vez voy a probarte.

Mis mejillas se sonrojan y lo miro frunciendo el ceño.

―No te creas tan importante ―Rodeo el auto y me siento en el lugar del acompañante, cruzándome de piernas.

Se queda un segundo mirando la zona de mis medias largas y luego reacciona.

―¡Es que soy importante! ―exclama con altanería ―¿O acaso no estamos aquí por eso? ―Mueve las cejas.

Ruedo los ojos.

―Estamos aquí porque quieres tener sexo conmigo y yo deseo que me perdones ―Pongo mi palma sobre el dorso de su mano ―. Piénsalo bien, no estoy jugando ―le aclaro.

―Yo tampoco estoy jugando, Amelia ―recalca mi nombre, para demostrar lo que dice. Eso quiere decir que todavía no logro llegar a su confianza ―. Ahora quita tu mano, que tengo que poner los cambios.

La levanto y mueve la palanca del coche, para comenzar a conducir. El trayecto se mantiene en silencio hasta llegar al hotel Paradise.