75. Niño envidioso

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Carter

Cuando vi a mi hermano por primera vez era solo un niño, pero creo que le tenía envidia.

Niñez...

La puerta se abre y visualizo a un pequeño de mi misma edad, mientras yo abrazo al único ser que me da cariño. Fiona, mi perra, una Rough Collie, no sé qué significa raza, pero aprendí el nombre, porque la quiero mucho. Detrás de él viene la mujer de la otra vez y veo a mi padre llegar por la otra puerta.

―¿Qué haces aquí? ―dice molesto y yo retrocedo aunque no me está hablando a mí.

Papi agresivo da miedo.

La mujer lo mira con odio y levanta su mano mostrando un papel.

―Te meteré una perimetral.

―¿Disculpa? ―Levanta una ceja.

―Vine a avisarte que te quiero bien lejos de mi vida y sobre todo mi hijo ―Se le acerca desafiante ―. Vuelve a tocarle un pelo y te corto las manos ―lo amenaza, esa mujer va a morir.

Papá le arrebata el papel y lo rompe furioso, Fiona gruñe sintiendo la tensión.

―¡¿Este papel sabés por dónde me lo paso? ―grita, estoy asustado.

―¡Pues vamos a ver lo que dice el juez! ―Agarra la mano del nene y se va como vino, rápido.

―¡Eloisa regresa aquí! ―Intenta seguirla pero se detiene al oír la risa de mamá ―Enma ―La mira furioso.

―Eso te pasa por imbécil, cariño ―se burla ―. Si terminas en la cárcel, ¿todo esto se queda para mí, cierto? ―Señala todo alrededor y avanza. Mamá parece que ganó un juego o algo, está muy feliz. Eso también da miedo. Me mira y me estremezco ―¿Todavía sigues aferrado a esa pulgosa? Que asco ―opina sobre Fiona y luego me ignora agarrando su cartera ―. Me voy de fiesta ―le dice a papi ―. Quizás pueda, hacerte una denuncia por adulterio, sería tan divertido ―se burla y veo como se retira.

Papá está que irradia furia y yo soy el único presente. Estoy paralizado, debo correr. Fiona gruñe cuando lo ve acercarse y él la observa.

―Perro de porquería ―La patea, oigo su chillido y me pongo delante.

―No la lastimes ―Lloriqueo.

―Entonces te voy a lastimar a ti, niño inevitable ―me aclara pero no me corro de defender a mi perra.

Solo siento un poco de envidia, quiero una mamá como la de ese nene, una que me defienda.

Actualidad...

Llevan a Andrew a la sala de emergencias y yo sigo a los paramédicos detrás, hasta que me cierran la puerta en la cara.

Ya no puedo a avanzar, ni ver lo que ocurre, estoy preocupado. Andrew no se puede morir.

Trago saliva cuando oigo la voz que le pregunta a la recepcionista por mi hermano y me giro a verlo, entonces frunzo el ceño.

―Padre.

El abogado turbio (R#5)Where stories live. Discover now