El abogado turbio (R#5)

46. Amiga maliciosa

Amelia

Al fin regreso a mi casa, no puedo más con las palpitaciones de mi corazón, demasiadas emociones juntas. Entro al baño, me quito el saco, mojo mi cara y quedo tildada mirándome al espejo.

¡Es enorme el chupón!

Pensé que con el saco podía cubrirlo, pero es muy grande. Que vergüenza, espero que nadie lo haya visto, lo tapé lo más que pude. Tengo una imagen que resguardar.

―¡Amiga! ―Me sobresalto al oír la voz de Bethany ―¿Estás en el baño? ―expresa animada ―¡Sal y dame tu opinión!

Adivinaré, se está probando uno de mis atuendos formales.

―No estarás usando uno de mis vestidos, ¿cierto?

―¡Sí, el ajustado! Ay... Lo rompí.

Abro la puerta abruptamente, viendo como se ha rasgado la parte de abajo de mi vestido favorito.

―Si sabes que eres más ancha de caderas ¡¿Por qué lo usas?! ―digo irritada.

Frunce el ceño.

―¿Me estás llamando culona? ―Luego levanta una ceja ―Enorme chupetón ―Sonríe de manera pícara ―. Estuviste de fiesta parece ―Se ríe.

Pongo mi mano en mi cuello y lo tapo como puedo.

―¡Cállate y quítate mi vestido! Y espero que lo cosas.

―¡¿Qué?! ―se sorprende ―No sé coser ni una media ¿Y quieres que cosa un vestido?

―Arréglalo, no me importa cómo.

―A mí me interesa saber quién te mordió el cuello, tenía hambre ese muchacho ―Apoya sus manos en su cintura ―. Habla ―dice determinada.

Frunzo el ceño.

―¿Quieres saber? ¡Bien! Te diré. Fue Carter, tuve sexo con él ―Me giro furiosa ―¡Bien! Ya lo dije ―Me doy vuelta otra vez al no obtener respuesta ―¿Qué? ¿Te quedaste muda?

―¡¿En serio?! ―Se desconcierta ―¡¿Qué haces todo lo contrario a lo que te digo?! ―Suspira ―Pensemos en frío ¿Y qué paso después? ―Se acerca rápidamente y me agarra de los hombros ―Dime que quiso repetir y no estaremos tan pérdidas ―expresa desesperada ―¡Dame todos los detalles! ―grita.

―¡¿Qué?! ―Me sorprendo ―¡No!

―¡El plan se puede ir a la basura si no me lo dices!

―Tranquilízate ―Me suelto ―, él me quiere seguir viendo, así que no hay problema.

―Ah, ¿sí? ―Se calma ―¿Quiere repetir?

―Repetir es decir poco ―exclamo confundida.

―¿Que quieres decir?

―Me contaste que Carter nunca se confesaría, no siente nada por nadie pero... se me declaró.

―¿Es un chiste? ―Levanta una ceja.

―No, me lo dijo bien claro.

Se pone pensativa y sonríe con malicia, da miedo.

―Esto es mejor de lo que pensaba. Vamos muy bien entonces.

Esto no me gusta nada. Parece que el plan se vuelve más macabro ¿Cómo escapo de este? Me estoy preocupando.