El abogado turbio (R#5)

32. Abogado vs psicóloga

Amelia

Bethany está en el armario, Carter intenta sacarme información de una manera algo provocativa y yo sigo sin poder escaparme de esos buenos brazos.

Tengo que descubrir una forma de zafarme de esta locura.

―Voy a decirte porqué estaba llorando ―Hora de usar mis dotes psicológicos, utilizando la culpa como medio de respaldo ―. Es tu error.

―¿Disculpa? ―Levanta una ceja.

―Estás equivocado, me has tratado como si te hubiera sido indiferente y no ha sido así, yo nunca te he juzgado, ni faltado el respeto, por tanto me has hecho sentir una mala persona, aunque no haya tenido nada que ver ―expreso intentando confundirlo con toda aquella explicación técnica.

―¿Dices que yo te hice sentir mal porque me enojé contigo al pensar que me juzgaste?

Creo que me entendió perfectamente, ¿no pudo simplemente ignorar todo el argumento e irse mareado por la situación? No, él tenía que entenderme. Mejor, hora de continuar con la culpa.

―Sí, así que discúlpate y vete ―exclamo determinada pero él se ríe.

―No, claro que no. Tú me ignoraste, estoy en todo mi derecho a quejarme ―Y ahora él saca su vena de abogado ―. En todo caso tú me debes algo ―Encima abogado turbio ―y ciertamente no hay pruebas que verifiquen lo que estás diciendo, o sea es falso, dimito de tu pedido de disculpas junto con el de retirada. No es aceptable.

―Eres un desconfiado, si te estoy diciendo que es así ¡Es así! ―Forcejeo nuevamente.

―Bueno, si me lo pides lindo, lo consideraré ―De nuevo ríe ―¿O dónde quedó la mujer seductora del boliche Star?

Esta parece la trampa de la perdición. Prácticamente me está pidiendo que le coquetee.