5. Deduciendo lo contrario

15.5K 919 22
                                    

Carter

3 días después...

Estoy sentado en la silla de mi escritorio, la tarjeta de la señorita Odonnell sigue en el mismo lugar, ni la he tocado. Se ha secado, puedo percibir el olor a la deleitante lluvia de ese día. Tierra mojada. Me río y presiono el botón de mi recepcionista.

―Ya es tarde, no atiendo a más nadie, no me llames, voy a salir ―Corto y levanto la tarjeta. Camino hasta el tacho de la basura, pero me detengo.

¿Caer en una trampa o no caer?

Si no ha aparecido hasta ahora, no es una trampa.

¿Perder un negocio importante o no perderlo?

Tarde o temprano, sabré la respuesta. Tiro la tarjeta al tacho y me retiro de mi oficina.

Si se comunica conmigo ha sido una trampa y si no... bueno, sólo habré perdido una gran cantidad de dinero.

¿Me importa? No, puedo recuperarlo. Me lo han quitado antes y lo he restablecido, tengo la prueba en mi experiencia.

Conduzco mi coche último modelo y me detengo en el boliche Star, que suelo concurrir. Al igual que el hotel Paradise, Amy debió averiguarlo con anterioridad, es más que obvio que me investigó. Me alegra haber botado la tarjeta.

Me siento en la barra y pido algo de beber, mientras espero veo los números de las chicas que tengo en mi agenda y enciendo un cigarro. Borro a la chica con la que estuve el otro día, quiere matarme. Me río y la elimino de la lista. Levanto la vista y veo a una rubia. Le guiño el ojo y le digo al mozo que le ofrezca un trago de mi parte.

―Te diviertes, se nota ―Reconozco la voz y sonrío volteándome hacia ella.

―Amy, la tramposa.

Sonríe con confianza y bebe un sorbo de la pequeña bombilla de su caipirinha.

―Nunca dije lo contrario.

El abogado turbio (R#5)Where stories live. Discover now