Así que supongo que era una persona muy impresionable dada mi inexperiencia. 

-si quieres detenerte solo dilo- me dijo

Asentí, tragando, mientras mis caderas reanudaban sus movimientos, mi centro presionándose contra su entrepierna y ese bulto en sus pantalones... me estaba volviendo loca. 

No era tan inocente, disfrutaba de masturbarme. 

Pero esto... solo... acariciarse por encima de la ropa, mientras Xander dejaba tiernos besos en mi clavícula, hombro y cuello, me tenían mareada de placer. 

 -Agárrate fuerte- dijo 

y saliendo, solo un poco, de la bruma de lujuria, lo mire inquisitivamente

El me guiño un ojo -por mas tentador que suene solo follarte en el sofá... no es solo eso esta vez- dejo un beso en la punta de mi nariz -quiero hacerlo increíblemente bien para ti- 

Me ruborice 

-para que luego podamos follar en el sofá- 

Eso me hizo reír

Xander se levanto y me llevo con él, mis piernas rodearon sus caderas y mis brazos sus hombros mientras nos llevaba a mi cuarto. 

El sol de la tarde se derramaba dentro de la habitación y si me hubieran preguntado, nunca había imaginado mi primera vez con tanta... luz. No era el equivalente a una modelo de Victoria Secret y tampoco tenia un abdomen plano. Tenia ese pequeño bulto justo debajo de mi ombligo que por mas que hiciera abdominales -que casi no hacia- o por mucho que corriera -eso si lo hacia- no parecía desaparecer. 

Si, bueno. Ahora ya no me sentía tan confiada. 

-Emma...- Xander me dejo en la cama -¿que pasa?- 

Intente esquivar su mirada -¿de que?- 

Xander enarco una ceja -estabas completamente conmigo y luego simplemente dejaste de... responder y no me refiero a mis preguntas- 

-oh- que respuesta tan inteligente 

-Si no estas segura esta bien- comento con un sonrisa, sentándose a mi lado 

-si quiero, pero...- gruñí frustrada, mientras me dejaba caer en la cama y me cubría la cara con una almohada -hay mucha luz y yo... de repente ya no me siento tan segura con la idea de la desnudes- 

Xander comenzó a reír, a carcajadas -Emma...- me arrebato la almohada y esta vez fue él quien estaba a horcajadas sobre mi -eres hermosa- dijo antes de darme un lento y concienzudo beso en los labios -eres hermosa- comento mientras besaba el borde de mi mandíbula -no sabes lo mucho que te deseo- una de sus rodillas fue entre mis piernas y empujo mi muslo a un lado, haciendo espacio para ponerse entre ella -me vuelves loco- beso mi mentón -no hay una parte de ti que considere imperfecta- sus ojos, que había recuperado un poco de su claridad, me miraron fijamente -no quiero hacerte sentir insegura, quiero que te des cuenta que...- se mordió la lengua y suspiro -quiero hacerte sentir tan hermosa como te veo, quiero que te sientas segura conmigo- 

Me mordí el labio y pase mis manos por sus brazos hasta llegar a su cuello -muéstrame- pedí mientras rodeaba su cadera con mis piernas. 

Xander se quedo mortalmente quieto, mirándome. 

y antes de que pudiera decir algo mas para tratar de convencerlo, sus labios fueron a los míos y su lengua de inmediato comenzó a saquear mi boca.

Mi cerebro empezó a dejarse llevar de nuevo y mi cuerpo recupero el calor abrasador que había empezado a perder con mis dudas. 

Acaricie su espalda de ida y vuelta un par de veces antes de quitársela. Luego fue el turno de mi suéter, pero Xander se tomo su tiempo, quitando lo de a pocos, besando cada parte de piel que iba dejando expuesta. Un intenso rubor se extendió por mi pecho cuando dejo suaves besos sobre el borde de la copa de mi sostén. 

Censura (a forbidden love story #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora