-Te quiero tanto, TaeTae -Jungkook lo abrazó con fuerza-. Siempre te quise y siempre voy a quererte.

-Me estás asustando, Kookie...

-La primavera ya viene, ¿no la sientes? -el muchacho hundió su nariz en el cuello del mayor-. Las cosas mejorarán, Tae. Todo se pondrá mejor. Ya lo verás.

-¿Qué hiciste?

-Sólo... -Jungkook se separó de golpe, cerrando los puños con fuerza, hasta poner los nudillos blancos. Su mirada gacha, clavada en el piso, como si no soportara ver a Taehyung a los ojos-. Sólo espérame, ¿sí? Espera a este amigo, porque... Volveré, Tae. Volveré a por ti.

-¿A dónde te vas? -Taehyung caminó un paso y Jungkook retrocedió, mordiendo con fuerza su labio inferior.

El pelimorado en su vida había visto llorar a Jungkook y, francamente, no era un espectáculo lindo de ver: de repente, el rebelde, el emo, el enojón Jeon Jungkook parecía un simple niño de diecinueve años muy solo y muy perdido.

-Sé feliz en el tiempo que no estoy, ¿sí?

-¿¡Qué!?

-Sé feliz TaeTae -sonrió livianamente-. Y recuerda que no necesitas a un chico a tu lado para ser feliz, ¿sí?

-Espera, espera un momento -Taehyung fue a agarrar a su amigo del brazo, pero este lo esquivó y rápidamente salió de su habitación.

Taehyung se quedó plantado en el marco de la puerta; e increíblemente lo entendía todo: Jungkook había hecho algo realmente malo y estaba escapando de la ley, ¿qué más? Pero... ¿qué? 

¿Eso significaba que ahora, por fin, sí se había quedado solo?

Se sentó en la alfombra, mirando la puerta abierta. Como si Jungkook fuera a regresar, como si Jimin corriera a buscarlo, como si Seokjin fuera a hacerle un té y preguntarle qué sucedía, como si Hoseok llegara con una enorme sonrisa y le dijera de ir a ver una película.

Pero, por supuesto, nada de eso sucedió. Así que, al final, terminó durmiéndose en el suelo con una sensación amarga en el pecho de que la mañana vendría peor que nunca.



Jimin apenas si pudo pegar ojo esa noche.

Se levantó y fue a orinar al baño por vez número quince, pensando en Yoongi. Porque no podía dejar de pensar en Yoongi. Porque Yoongi era todo lo que le preocupaba ahora mismo.

Luego de curar sus heridas (cuando el peliverde ya estaba un poco más despierto y le negó completamente ir al hospital) su novio le pidió que fuera a su casa. Bueno, no... En realidad le ordenó que fuera a dormir a su casa. Jimin, por supuesto, eso hizo: pero eso no significaba que pudiera seguir con su vida normal, o siquiera pensar en ir a la universidad al otro día. ¿Francamente? Lo único que quería es que fuera de día para volver a ir con Yoongi, porque éste le había prometido que podía ir a la mañana; que ahora necesitaba estar solo para pensar.

¿Pensar? Jimin rió en el baño. ¿Pensar en qué? Lo que menos necesitaba ese chico ahora era pensar, ¿en qué iba a pensar? Un tipo había muerto en su habitación, un tipo que Jungkook había matado (y que luego se había llevado) gracias a los consejos de Yoongi de ocultar evidencia y huír. ¡Huír del país! Dios mío, todo se había jodido completamente y Jimin simplemente tenía que "quedarse en casa y dormir un poco". ¡Y una mierda! No podría dormir en una semana si seguía así.

Pero a la mañana iría.

A la mañana iría, luego de empacar una gran valija, y se marcharía donde fuera con Yoongi.

My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©Where stories live. Discover now