07

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Taehyung colgaba del brazo de Namjoon cuando Seokjin abrió la puerta y, por la cara que este último puso, sus dos dongsaengs supieron que les valía correr; pues el mayor ya estaba pensando en cocinarlos en su horno como la bruja de Hansel y Gretel.

¿¡Qué rayos hacían los dos en su puerta, junto al muchacho que hacía un rato acababa de ver!? Porque sí, ya lo había visto y la media tarde se la había pasado tratando de concentrarse en la explicación de Namjoon y no el nuevo y bonito color de cabello que éste lucía. ¿Acaso lo había hecho a propósito? Es decir, estaba claro que a Seokjin le gustaba mucho usar prendas rosas, pero aún así... ¿Lo había hecho porque sabía lo mucho que le gustaría? Es decir, no quería ser lo suficientemente arrogante como para pensar que lo había hecho por él, pero... Aish, simplemente tenía que dejarlo.

Se cruzó de brazos frente a los tres, cada uno con más cara de susto (hasta el pelirosado lo miraba con miedo), y comenzó a dar golpecitos con su pie esperando una explicación. Apenas había llegado y le había dado tiempo de acomodarse en el sofá con un cuento de palomitas para mirar su drama favorito, ¿¡por qué esos dos chiquillos osaban interrumpir su merecido descanso trayendo a su tutor a su propia casa!? ¡Dándole su dirección! Ahora Seokjin estaba completa y totalmente expuesto y eso... no estaba bien. Para nada bien.

-Por Dios di algo -suplicó Taehyung, soltando del brazo al más alto para taparse la cara con ambas manos y mirarlo a través de los dedos.

-En realidad estoy esperando de su parte una explicación- el castaño entrecerró los ojos, mirando fijamente a Namjoon que ya había empezado a sonreír de esa forma que tanto detestaba-. ¿Se puede saber por qué trajeron a éste a mi casa?

-¿Éste? ¿De repente me faltas el respeto? -respondió el aludido, fingiéndose dolido.

-¿De qué respeto me hablas? Yo soy el mayor aquí, y tú me llamas Princesa.

Jimin tuvo que taparse con fuerza la boca, y aún así los tres oyeron claramente su risa.

-Te gusta que te llame así -Namjoon se encogió de hombros, quitándole importancia, y Seokjin abrió la boca como un pez, incrédulo a que le dijera así frente a sus dongsaengs.

No es que fuese un comentario muy pervertido, y el pelirosado tenía sólo un año más que los otros dos; sin embargo se notaba muchísimo más experimentado en... básicamente todo, y eso le daba a Seokjin la seguridad de que su edad mental era mucho más grande.

-Entonces, ¿podemos pasar o qué? -insistió Taehyung, ya abriéndose paso para ir hasta el sofá y meterse un puñado de palomitas en la boca-. ¡Hyung! ¡Ya empezó!

Jimin también le dio un leve empujoncito para acompañar a su mejor amigo; y a pesar de que Seokjin se moría de ganas de saber qué había pasado con sus protagonistas del drama, un Namjoon imponente hacía que no pudiera moverse de su sitio.

-¿No me dejarás pasar? -inquirió.

-No.

-¿Ni siquiera como acto de amabilidad ya que he traído a tus dongsaengs sanos y salvos a casa?

-Primero que nada ellos no viven aquí y ahora tendré que avisarles a sus padres, o volver a llevarlos a casa porque Taehyung tiene piano a las tres -Seokjin apartó la mirada y empezó a contar con los dedos, como haría una madre-, y luego natación a las seis; y Jimin tiene clases particulares de inglés a las cuatro y media, ¡y no creo que sus padres estén contentos conmigo!

-Alto ahí, princesa. ¿No son adultos?

-¿Y eso qué? -bufó el mayor, mirándolo lleno de irritación-. ¿Crees que Taehyung se acuerda solito de que tiene piano? ¿O que nadie debe avisarle que no se olvide las antiparras? Por Jimin no me preocuparía, él si que es responsable... ¡Aish! ¿¡Por qué estoy diciéndote esto aquí!? -se apartó el flequillo de la frente y respiró hondo-. Escucha: si lo que quieres es que te agradezca bien, te lo agradezco. Ahora puedes irte.

My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©Where stories live. Discover now