La gota que derramó el vaso.

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Con lo que me encontré fue con el cuerpo de Cho tendido en el suelo, estaba lleno de sangre.

No respiraba, no se movía.

Trate de darle respiración boca a boca, intenté de todo, pero no se movía.

Todo había sido mi culpa, por egoísta, por encerrarme en mi mismo no pude ver que tenía que ayudarla.

¿Por qué lo habría hecho? Necesitaba respuestas, necesitaba saber que estaba pasando.

Minutos más tarde, que sentí como si fueran horas, llegó Mcgonagall acompañada del par de niñas que me habían avisado del incidente unos minutos antes. La cara de la directora fue de confusión y tristeza, difícil de explicar y describir, pero no lo podía creer.

Una de las niñas gritó despavorida, gritó tan fuerte que puedo jurar que su grito se escuchó hasta el castillo.

Al menos 10 alumnos de los escasos 20 que nos habíamos quedado llegaron rápido para presenciar el acontecimiento, gritaban, algunos vomitaron de la impresión; pero puedo jurar que ninguno se sintió tan desdichado como yo.

Busqué a Hermione con la mirada, necesitaba su apoyo, era la única que necesitaba en esos momentos, pero no la encontré por ningún lado.

Escuche a lo lejos el comentario sarcástico de Astoria "perfecto, ahora mi navidad es perfecta", al voltear a verla para poder dedicarle una mirada llena de odio pude apreciar a Ginny, quien se acercó al cuerpo de Cho con los ojos llorosos, no tenía palabras, la tocó para asegurarse que estaba muerta y al notar que no tenía pulso se puso inmediatamente de pie y se tapó la boca con la mano izquierda.

Se acercó a mí y se puso en cunclillas, sobo lentamente mi espalda en forma de consuelo, se lo agradecí en mi mente, necesitaba apoyo; estaba viendo morir a otra persona frente a mis ojos y no era justo.

-Potter –dijo Mcgonagall conteniendo las lágrimas –tenemos que llevarla dentro del castillo, contactar a sus padres y saber qué es lo que quieren hacer con ella.

-Yo...yo la llevo –dije con la voz entre cortada, tenía un nudo enorme en la garganta.

-Yo la llevaré Harry, tú ve adentro –contestó Hagrid saliendo detrás de Mcgonagall.

No dije nada y me limité a ir al castillo, sin dudas ese sería uno de los peores días de mi vida. Parecía que mi vida era tan miserable que los días se peleaban para ver cuál de ellos era el peor de todos.

No sabía exactamente a donde ir, pero quería estar solo, la única persona que necesitaba no aparecía por ningún lado.

Mi mente y mis piernas me llevaron a la sala común de Ravenclaw. Entre a la habitación de Cho y me senté en su cama tratando de encontrar un consuelo, pero no me funcionó.

El crujido del pergamino que había visto hacía unos minutos me hizo tomarlo entre mis manos. Lo desenrolle lentamente y con unas escazas dos letras pude darme cuenta que era de Cho.

Al tenerlo completamente desenrollado comencé a leerlo, la tinta aún estaba algo fresca; el pergamino decía lo siguiente:

No sé quién encontrará esta carta, y seguramente nadie lo hará porque después de mi muerte pensaran que deben de respetar mi privacidad.

Esto es una despedida, o un hasta luego si es que creen en la vida después de la muerte; yo en lo particular creo en ella, es por eso que tomé esta valiente o cobarde decisión. No pertenezco aquí, arruino todo lo que toco, arruino todo hasta mi vida.

Soy una estúpida, una tonta que ni siquiera pudo obtener una excelencia en sus TIMOS y en sus EXTASIS; soy una tonta que se enamora de una rosa que se marchita en unos segundos o ya está marchitada.

Por otra parte, Ginny tenía razón, me metí en una relación que no era la mía, me refugie en Harry pensando que así me sentiría menos miserable por la muerte de Cedric, pero no, Cedric siempre ha estado en mí, en mi corazón, en mi alma, en mi mente, en mi todo. Cedric fue ese al que llaman amor verdadero, el que no encuentras con facilidad y el que nunca olvidas pase lo que pase.

Si por cualquier cosa del destino encuentras esto tú Harry, discúlpame por amarte pero no hacerlo al mismo nivel que ame a Cedric y de igual manera yo te perdono por no amarme como amaste a Ginny. Los dos fuimos nuestro refugio, pero no fue del todo bueno para ninguno de los dos. Dile a Ginny que nada de esto fue mi intención y deseo desde el fondo de mi corazón, que realmente puedas ser feliz con ella, como yo quiero serlo con Cedric en la vida que venga.

A mis padres, solo puedo decirles que los amo, y que me disculpen por el inmenso dolor que esto puede causarles, pero necesito que entiendan que yo no era feliz, yo no seré feliz hasta que encuentre a Cedric nuevamente.

Hasta pronto;

Cho.

Sentí mi cuerpo desmoronarse, sentí mi alma romperse, sentí el peso del mundo entero cayéndome encima.

¿Por qué mi vida tenía que ser tan desgraciada? ¿Por qué todo lo malo debía pasarme a mí?

¿Por qué todas las personas a las que amaba morían?

Por primera vez en más de medio año comprendí el enorme coraje de Ron al ver el cuerpo de Fred, comprendí porque pensaba que yo era el culpable de todo. Por primera vez experimenté el mismo odio por una persona, Ginny había sido la culpable de esto, ella...ella había sido la gota que derramó el vaso.

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Es fin de semana de Mudblood y el cuerpo lo sabe!!!! ¿Cómo están? ¿Cómo va todo? Espero que estén súper bien!!!!

¿Les gustó este capítulo? Es algo/ demasiado corto pero me gusta mucho, creo que es uno de mis favoritos hasta ahora.

Déjenme en los comentarios si les gusta o no les gusta!!!!

Los quiero, nos seguimos leyendo.

Mudblood. [DRAMIONE]Where stories live. Discover now