Mudblood. [DRAMIONE]

Röd

Hermione.

Harry llegó unos minutos después de que Draco se había marchado, me encontró llorando, me encontró destrozada.

-¡Hey Herms! ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

-Lo odio, lo odio por amarlo Harry.

-¿Draco? –Asentí con la cabeza -No deberías amar a alguien que te lastima.

-No puedo evitarlo, necesito olvidarlo, necesito saber que no existe.

-Debes de tomarte tu tiempo Herms.

-No quiero que el tiempo siga siendo la respuesta a mis problemas, a todo me piden que le dé tiempo, pero no quiero, no quiero darle un tiempo a las cosas.

-Ay Herms...

-¿Qué tan desgraciada tiene que ser mi vida como para que nadie de quién me enamoro me corresponda?

-NI tú ni tu vida son las desgraciadas Herms, es simplemente que ellos no notan lo valiosa que eres, lo especial que eres. Ellos se lo pierden Herms, eres mucho para cualquiera de ellos.

-Soy muy poca cosa para cualquier persona.

-No, nada de eso Hermione, no eres poca cosa para nadie, eres mucho para todos. Quiero que tengas muy en claro que eres una mujer valiosa, y si ellos no pueden ver eso los que son poca cosa son ellos.

-Harry, jamás me había sentido igual con alguien, incluso con Ron sentía que le hacía falta algo a mi vida...pero con Draco las cosas son diferentes...

-Talvez estas hiendo muy rápido Herms.

-Yo sé que talvez las cosas entre nosotros se dieron muy rápido, pero siento como si lo hubiera amado desde siempre...

-Herms, intenta dormir.

-No puedo, Draco le da vueltas a mi cabeza, día y noche.

-Duerme Herms, mañana será un nuevo día.

Sentía que necesitaba hablar y hablar, necesitaba sacar todo lo que traía atorado en mi corazón.

-Sácame de este maldito castillo Harry, sácame de aquí, no quiero saber nada de él, nunca.

-Mañana, ya duérmete es noche. Aquí me quedo contigo.

...

A la mañana siguiente amanecí con un poco de jaqueca, la enfermera ya había llegado pues estaba limpiando el buró que estaba a un lado de mi cama.

-¿Cómo se siente señorita Granger? –preguntó apenas noto que mis ojos se estaban abriendo.

-Me duele un poco la cabeza.

-Es normal, es por la medicina de ayer, pero nada fuera de lo normal, cámbiese, ya puede irse, el dolor se le pasará apenas desayune.

-Claro.

-Su amiga Slytherin la está esperando afuera del cuarto.

-Gracias.

Tomé mi ropa y me la puse lo más rápido que pude, lo más rápido que el dolor de mi cabeza me lo permitió. Salí de ahí y me encontré con Pansy en jeans y blusa casual.

-¿Qué no vas a ir a clases? –pregunté apenas la vi.

-Es sábado Granger, ¿en qué mundo vives? ¿En tontolandía? –contestó riendo.

-Ven, vamos a comer, ya me dijo la enfermera que hasta que desayunes se te va a pasar el dolor de cabeza.

-Vamos.